Durante la pandemia fue muy común aumentar la ingesta de alimentos con elevados contenidos en azúcares y grasas, pero se redujo mucho la actividad física. (EL SIGLO DE TORREÓN)
La pandemia dejó en la población un crecimiento de obesidad tanto en menores como en adultos, se elevó la ingesta de azucares y calorías y se disminuyó la actividad física.
María Elena Ramírez Ríos, del área de nutriología de la Secretaría de Salud, reconoció que en los niños disminuyó bastante la actividad física y los que solo usaban el recreo para correr, ahora ni eso tuvieron en el último año.
Muchos niños hoy en día prefieren los videojuegos, o estar frente al televisor o mirando el celular que jugar o activarse físicamente y eso les fue muy permitido durante la pandemia para evitar que salieran de casa.
Pero también durante esos días de confinamiento, tanto en adultos como en niños era muy común comidas con muchas calorías y azucares lo que provocó un crecimiento de los niveles de obesidad.
Aunque en esto momentos no se cuenta todavía con mediciones actualizadas sobre un incremento de obesidad porque la gente apenas está regresando a sus actividades y los niños apenas van a regresar a la escuela.
Sin embargo, las últimas mediciones son de siete de cada 10 adultos con obesidad, una cifra ya elevada.
Ramírez Ríos dejó en claro que son dos tipos de obesidad, la ginecoide que es la obesidad en las caderas y piernas, y la abdominal que es la más peligrosa porque en esa la grasa recubre los órganos.
Aunque recomendó el mantener un equilibrio entre lo que se consume y la actividad física, también reconoció que es difícil cambiar la mentalidad de los mexicanos para hacer ejercicio.
Lamentó que la obesidad sea el inicio de las enfermedades crónicas por ello el llamado a reactivarse físicamente, sobre todo para aquellos que en pandemia comieron mucho e hicieron poco ejercicio.
