EDITORIAL Caricatura Editorial Columna Astillero Sergio Sarmiento editoriales

Jitanjáfora

Diálogo

YAMIL DARWICH

La palabra da nombre a un género literario inventado por el poeta cubano Mariano Brull (1891-1956), con un poema titulado "Leyenda", en que escribe: Filiflama alabe cundre/ ala olalúnea alífera/ alveolea jitanjáfora/ liris salumba salífera./ Olivea oleo olorife/ alalai cánfora Sandra/ milingítara girófora/ ula ulalundre calandra.

Es un texto carente de sentido, con palabras que suenan en forma agradable, al que Alfonso Reyes (1889-1959) definió como "creaciones que no se dirigen a la razón, sino más bien a la sensación y a la fantasía, en las que las palabras no buscan un fin útil sino que juegan solas", género cultivado por otros autores ilustres, como Miguel Ángel Asturias, Mario Benedetti y Gonzalo Torrente Ballester, entre muchos. Sesuda diversión.

En México, un representante del manejo del lenguaje desorientador, sin sentido, fue el genial Mario Moreno "Cantinflas" (1911-1993), quien puliendo la imagen del peladito y vago mexicano de mediados del siglo anterior llegó a desarrollar un estilo lingüístico que la Academia de la Lengua Española definió como "cantinflear", al no dejar una idea en el mensaje y confundir al interlocutor con intereses ventajosos.

Esa enseñanza "cantinflesca" es útil para los hablantes de la lengua hispana, quienes, al momento de declarar opinión sobre temas que ignoran, no dominan o tratan de ocultar, pronuncian frases y discursos sin claro mensaje; lo mismo el estudiante que responde al maestro, confundiéndolo con la propia ignorancia, o el hijo de familia que trata de evadir su responsabilidad en cuestiones de orden, respeto y/o disciplina, ante el reclamo de sus mayores. Como ejemplos, recordemos algunas declaraciones de concursantes de "señorita belleza", como una muestra del destrozo del idioma e ignorancia extrema, razón suficiente para acabar con tal competición misógina, al que era adicto el morboso expresidente Trump.

Nuestros politiqueros -no los políticos verdaderos-, ignorantes, abusan del lenguaje para evadir responsabilidades construyendo jitanjáforas que han pasado al reservorio del lenguaje como barbarismos. Ahora con las campañas políticas florecen.

México es rico en ejemplos de frases jitanjafóricas, que hasta ahora han sido utilizadas para citar con tono irónico y jocoso las declaraciones de atolondrados.

Es imposible olvidar aquello de "ni nos perjudica ni nos beneficia, sino todo lo contrario", declaración de Luis Echeverría Álvarez, siendo presidente de México.

Una verdadera definición del mal manejo del castellano y algo peor fue la declaración con evidente falta de coordinación neurolingüística "estamos ambos cuatro",  dicho por Vicente Fox.

Volviendo al expresidente Fox y su postura misógina, recordemos cuando declaró "el 75 por ciento de los mexicanos ya tiene lavadora y no de las de dos patas".

Una más de la misma especie:  "estamos trabajando las 24 horas del día y partes de la noche", Sócrates Rizo, sobre obra pública en el estado de Nuevo León.

Para dimensionar la influencia de otros idiomas, en parte debido a la formación académica en el extranjero, viene a la memoria aquello de  "no traigo 'cash'", respuesta malinchista de Ernesto Zedillo a una vendedora indígena.

Las féminas no se quedan atrás: "a este señor le falta lo que a mí me sobra: ovarios", declaró Xóchitl Gálvez sobre la actuación contra el crimen organizado del exgobernador priista de Nuevo León Rodrigo Medina. 

La desvergüenza e inmoralidad también tienen su espacio, recordando a Mario Marín, el "góber precioso", negando la grabación telefónica con Kamel Nacif, pedófilo y agresor de periodistas: "sí, es mi voz, pero no soy yo".

Sobre la cínica ironía, ante el juicio ético-moral, Gonzalo Natividad Santos Rivera, exgobernador de San Luis Potosí, reconocido como verdadero cacique en su estado, definió: "la moral es el árbol que da moras".

"Tenemos que moralizar la vida pública de México", dicho por el presidente López, desconociendo que toda manifestación humana tiene relación con la moral. "Tengo miedo, pero no soy cobarde", o "cuando cambia la mentalidad de un pueblo, cambia todo"… ¿Entendió?

Podríamos agregar otras populares: "si sí, sí; si no, no" o "como pueque sí, pueque no".

Sobre el caló mexicano ya hemos dialogado en otros "Diálogos", aunque en él, el doble sentido creativo e inteligente hace diferencia ante la jitanjáfora.

Reconozco que tal vez esas frases pronunciadas por nuestros líderes no son estrictamente jitanjáforas, aunque en muchas ocasiones no dicen nada y casi siempre, por inexactitud -mal intencionada o deficiencia intelectual- nos engañan ocultando la verdad.

También reconozco la diferencia en otras, como "lo que es arriba es abajo", tomado del Principio de Correspondencia, una de las 7 Leyes del Universo, o "hay que aprender a sumar y no restar; multiplicar, no dividir", transformadas en principios político-filosóficos valiosos.

Espero que este Diálogo, luego de arrancarle una sonrisa y recuerdos de otras expresiones, como aquella de Pedro Ferriz padre: "no sé si reír o llorar", refiriéndose a la duda al decidir, le sean útiles y motivantes para definir su voto… ¡Y votar! ¿Recuerda otras? 

[email protected] 

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: Diálogo editorial Diálogo

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1918320

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx