Cultura

Premio Internacional Manuel Acuña de Poesía

David Cruz Jiménez: compromiso poético

El costarricense ganó el VIII Premio Internacional Manuel Acuña de Poesía en Lengua Española

Obra. El poemario Lazarus de David Cruz Jiménez, aborda la dualidad poética entre pasado y presente.

Obra. El poemario Lazarus de David Cruz Jiménez, aborda la dualidad poética entre pasado y presente.

SAÚL RODRÍGUEZ

A David Cruz Jiménez la poesía lo abordó desde la infancia. Su gusto por los libros provocó que a los primeros esbozos de su escritura aparecieran en folios de la pubertad. Desde entonces, la disciplina de su pluma ha sido constante; aunque considera al oficio vocacional, escribir es una tarea que se toma bastante en serio.  

Originario de San José, Costa Rica y actualmente radicado en El Paso, Texas (Estados Unidos), Cruz Jiménez cosecha los frutos de su compromiso poético. Recientemente fue notificado como acreedor al VIII Premio Internacional Manuel Acuña de Poesía en Lengua Española (certamen organizado por la Secretaría de Cultura de Coahuila) en la categoría de Obra Inédita, por su obra Lazarus. Esto le significó dar un gran paso en la carrera del lenguaje.

En su infancia, David Cruz Jiménez se trasladó de San José al cantón de Montes de Oro, en la región de Miramar. Allí fue educado por las brisas del océano Pacífico y abordado por la poesía de Federico García Lorca, autor que, según el costarricense, se puede disfrutar en todas las etapas de la vida.

"En ese momento uno es como una esponja. Yo leía todo lo que me caía, ahí uno va formándose un criterio. Creo que uno empieza primero tratando de calcar y después encuentra voz propia".

En su etapa de bachiller, descubrió dos autores fundamentales para su pensamiento poético: los españoles Gabriel Celaya y Gloria Fuertes. De esta última autora siempre recita los versos "Los hombres se esconden para matarse / Los peces se juntan para morirse".

El ímpetu forjado tras leer obras de poesía lo instó a escribir y publicar su primer libro con tan sólo 21 años de edad. Así, 'Natación nocturna' encontró propio eco en las letras costarricenses, pues por esta obra David Cruz Jiménez recibió el Premio Nacional Joven Creación.

Ante el ejercicio creativo, un halo de intimidad rodea al poeta. Afirma que suele escribir y guardar sus poemas para que estos añejen con los años. Madurar es búsqueda de imperfecciones, desafío de corrección, disposición de relectura.

"Después de eso hubo un periodo largo de silencio, de seis o siete años, donde sí escribía, pero no estaba publicando".

Años después, en 2012, participó en un concurso convocado por la embajada de México en Guatemala: el Premio Mesoamericano Luis Cardoza y Aragón. El costarricense obtuvo la condecoración por Trasatlántico, su segunda obra.

A ella le gusta llorar mientras escucha a los Beatles (2017), publicado por la editorial española Valparaíso Ediciones, es su tercer libro. Allí, los versos de Cruz Jiménez establecen diálogo entre lo analógico y lo digital, entre el siglo XX y el siglo XXI, dos caras similares a las que tiene un disco de vinil.

PREMIO MANUEL ACUÑA

Hace tres años, David Cruz Jiménez hizo maletas y tomó un vuelo a la ciudad texana de El Paso, donde estudiaría escritura creativa en la University of Texas at El Paso (UTEP). David no iba solo, en su equipaje lo acompañaban los esbozos del poemario que comenzaba a escribir.

Los poemas de Lazarus comenzaron a tomar forma hace un lustro, su construcción fue hecha a base de paciencia, de colocar cada verso en el lugar preciso y de manejar el lenguaje más allá de los significados.

"Básicamente aborda dos cosas específicas, es el juego del tiempo: la dualidad de pasado y presente. Una parte es homenaje a la tradición (autores y demás) y la otra es más introspectiva que juega entre lo masculino y lo femenino. De hecho hay un poema muy famoso de Sylvia Plath que se llama Lady Lazarus".

La primera parte remite al pasado. En el tenor del personaje bíblico de Lázaro, David Cruz Jiménez encausa aquí el arte de la resurrección. Al igual que T. S. Elliot, el costarricense considera que un autor revive a través del lector. "Al construir esos poemas sobre poetas, los estoy reviviendo como tal".

La segunda parte aborda al presente. Aquí el autor toma la energía de lo masculino y lo femenino para realizar una introspección.

Sobre el Premio Internacional Manuel Acuña de Poesía en Lengua Española, Cruz Jiménez reconoce el papel que México juega en Latinoamérica como referencia literaria. Vivir en la frontera le ha permitido una mayor aproximación hacia la cultura mexicana, por eso tomó la decisión de concursar.

"Siento que tengo responsabilidad con el premio y con mi poesía. Siempre he tratado de tomarlo con seriedad a la hora de la escritura. Siento que crear arte debería ser algo completamente consciente y comprometido con lo que uno está haciendo".

Ahora, el rumbo de David Cruz Jiménez apunta hacia la Universidad de Washington en Seattle, frontera entre Estados Unidos y Canadá, donde realizará un estudio sobre cómo los textos de la época colonial dialogan con textos actuales.

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