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Deterioro y degradación gradual del humedal más importante de la Comarca Lagunera: el río Nazas

A la ciudadanía

MANUEL VALENCIA CASTRO

Una parte de la historia de degradación y deterioro del río Nazas se puede contar tomando como base su interacción con las personas y/o instituciones, así como los resultados que se obtienen de la misma. No es difícil darse cuenta que el periodo de mayor impacto sobre el humedal es en el que se desarrolla toda la infraestructura hidráulica que actualmente se usa para almacenar y distribuir el agua en el valle y regar cultivos.

La mala planeación es el común denominador de todas las obras construidas, anteponiendo siempre el aspecto técnico sobre aspectos sociales y biológico-ambientales. Los primeros impactos de dichas obras cambiaron para siempre el paisaje del valle, se secaron las Lagunas de Tlahualilo y la de Mayrán, que fueron las que dieron nombre a nuestra región, y por mucho tiempo alimentó a las etnias laguneras que habitaban en las cercanías de las lagunas. Ahora, quienes vivimos en la Laguna, vivimos una paradoja permanente.

Las presas, represas y la desviación de la corriente hacia canales revestidos, transformaron a un desierto o a un lecho seco como conocemos el tramo importante de toda la extensión del río. El tramo más reciente que fue descertificado ocurre cuando se cancela la represa que deriva agua hacia el Canal del Coyote y se traslada la función a la represa San Fernando y al canal de Sacramento. Esta acción no sólo destruyó la biodiversidad, también canceló uno de los tramos más permeables, por donde seguramente se recargaba eficazmente el acuífero subterráneo.

Siguiendo el cauce del río agua arriba de la presa San Fernando se encuentra el sitio que ha sufrido una y otra vez tremendas intervenciones: el Parque Nacional Raymundo. Aquí no sólo se expresa la mala planeación, también se evidencian graves errores humanos. Raymundo era el último sitio en el que se disfrutaba el funcionamiento del río, cuando se liberaba el río, el agua se trasminaba horizontalmente en la gran planicie de inundación de la margen izquierda y el agua emergía formando pequeños charcos que los niños transformaban en chapoteaderos, todo esto ocurría en medio de una hermosa alameda, por la tarde noche era común disfrutar de la aparición de luciérnagas, indicando la integridad ecológica del lugar.

Al paso del tiempo el agua que solía permanecer durante todo el año en el cauce ya no ocurrió más y toda aquella biodiversidad riparia desapareció, luego alguien empezó a tomar decisiones y se le ocurrió plantar eucaliptos y aquel lugar se convirtió en un bosque de eucaliptos, no crecía nada más y el acuífero subterráneo del sitio empezaba a mermar, fue entonces que se intentó la restauración de Raymundo, los eucaliptos fueron removidos completamente y en su lugar se plantaron especies nativas como el fresno, el álamo, el sauce y el ahuehuete.

Además, se instaló un parque con albercas y otros atractivos, con la pretensión de ofrecer a los laguneros un sitio de recreación cercano como alternativa a todos los parajes desaparecidos muy próximos a Raymundo: el cable y Los Ángeles, en dónde todos los árboles murieron. La última intervención descerebrada se dio recientemente con la destrucción del cauce por una empresa que ilegalmente intentó extraer materiales pétreos.

La causa de la muerte de una gran cantidad de árboles y la ausencia de renuevos desde Raymundo hasta los puentes cuates es la modificación del flujo del agua, esto sucede en dos sentidos: el paso del agua por el cauce ocurre en la temporada que lo necesitan los cultivos, la cual no necesariamente coincide con la época de floración de los árboles. Por otro lado, como sabemos, las sequías ocasionan que en el valle se organicen mini ciclos de riego, reduciendo el caudal de agua en el cauce.

Hasta ahora, las modificaciones mencionadas han tenido poco impacto en el Parque Estatal Cañón de Fernández, no obstante, una nueva obra hidráulica, la potabilizadora, amenaza con afectar su valor más preciado: su biodiversidad. Y por lo tanto los servicios ambientales que benefician a toda la Comarca Lagunera. Esta última intervención terminará de afectar este valioso ecosistema ribereño, todo en aras de encubrir el verdadero problema hídrico regional: la sobreexplotación del Acuífero Principal y el dantesco impacto en la salud de los laguneros derivado de la contaminación del agua del subsuelo. Es para reflexionar y preocuparnos a que nivel de deterioro hemos llegado con nuestros recursos naturales, pero también de nuestra identidad como habitantes de esta región.

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