Como dijera el “Perro”, Santos la tenía, era suya y le dejó ir.
Dos semanas atrás, a los Guerreros parecía que se les “había acomodado todo”. Derrotas de rivales directos en la caza por el tercero o cuarto lugar de la tabla habían dejado el camino para que el club lagunero aprovechara; dependía de sí mismo para alcanzar un puesto entre los cuatro privilegiados; una victoria ante Puebla, en la jornada 17, sería suficiente.
Sin embargo, primero perdieron en Pachuca y luego, en casa, apenas rescataron un punto frente a La Franja, que llegaba con antecedentes muy en contra al estadio Corona. La penitencia llegó por consecuencia: Santos Laguna terminó el torneo en quinto lugar y ahora habrá de librar, una vez más, la fase de repechaje. Un partido más.
Santos mostró carencias en su último partido de la temporada regular, no pudo siquiera marcar un gol y terminó por firmar así un torneo con varios récords negativos en cuanto a la ofensiva refiere. El punto sumado lo dejó con 26, por debajo de Puebla y Monterrey, ambos con 28 unidades.
Guerreros enfrentarán a Querétaro en el TSM en una serie a un solo partido. Santos ya conoce esta ronda; en el torneo pasado, Pachuca lo despachó 3-0 en el mismo escenario, y aunque pienso que Santos pasará por encima del Querétaro, se pudo haber evitado ese partido, en el que se define un torneo en solo 90 minutos.
Volviendo a la última y clara oportunidad que tuvieron los Guerreros para asegurar su pase directo a liguilla, lo peor (además de la nula peligrosidad del ataque albiverde) es la transmisión de Fox Sports. ¡Qué afán del narrador por poner sobrenombres forzados a algunos jugadores solo con la intención de inmortalizar su propio nombre! Luego, llamar “caballo negro” al equipo que a la postre terminó tercer en la tabla general… no sé, me deja dudas. Eso, entre otras cosillas más.
Creo que solo puede haber dos razones por las que una persona sensata dejaría la señal de Fox Sports al término de un encuentro: se encuentra en casa ajena (es decir, no es su tele) o el control le quedó muy lejos. No veo otra. Termina el partido y comienza Marín a gritonear. Interroga al resto de los integrantes del panel virtual para luego querer imponer su postura, y al que esté en contra, lo trata de dejar en ridículo. Los demás, cuidan su chamba.
En esa lastimosa mecánica, un día anterior, de entrada cuestiona a uno de sus compañeros: “¿El sistema de la Liga MX fomenta la mediocridad?”. Gustavo Mendoza trata de defender el repechaje con el argumento que las emociones crecen y de que hay más partidos que tienen implicación de liguilla en la última jornada. “Por eso, ¿es o no es mediocre la liga?”, le increpa; Mendoza no atina sino a asentir, a decir que síííí (a la pelota).
Más allá de que el comentarista fue incapaz de sostener su defensa hacia el sistema de la Liga MX, me parece que Gustavo se equivoca; el torneo no fomenta la mediocridad, sino que la premia.
Pumas, en su último partido, tenía que ganarle al América para meterse a la pelea de último momento. Al final, ni para eso le alcanzó. No creo que Pumas, ni ningún otro equipo, presupuesten al inicio del torneo sumar entre 18 y 20 puntos para meterse a la liguilla en en el final. Más bien, los equipos que rondan los lugares 12, 13, 14, 15, tienen opción de meterse aun cuando tuvieron un torneo mediocre. Premiar es diferente a fomentar. En la parte de arriba, con sumas de 41 hasta 28 puntos, están los equipos que no dejaron todo para el final.
Ahora, a esperar un buen juego de los Guerreros el sábado, que (otra vez) dependen nada más de lo que ellos hagan para seguir adelante. Ganando este encuentro, los espera Rayados en lo que sería un duelo entre el 4 y 5 de la tabla, un duelo de pronóstico reservado, el momento de buscar saldar una cuenta pasada.
Eduardo Sepúlveda // @Foko_54
