Vlady, Arthur Miller y Guillermona Higareda son algunos de los creadores que murieron este año.
EL UNIVERSAL-AEE
MÉXICO, DF.- Nombrar a todos los protagonistas de la cultura y las artes que dejaron el espacio y tiempo que compartieron en la tierra, sería poco menos que imposible, pero se pretende dejar constancia aquí al menos de algunas de las notables ausencias que marcaron este año que termina.
Tristemente, este año, los artistas con mejor fortuna ante la crítica fueron los ya fallecidos.
Cada año se habla sobre los balances en el arte, pero sin duda lo que este año predominó fue el deceso de personajes memorables que dieron al mundo lo mejor de sus propuestas justo antes de morir.
Fue entonces, un año lleno de homenajes, memorias y trabajos con los cuales escritores, pintores, artistas plásticos, bailarines y demás dejaron su huella para siempre.
VLADY EL RUSO
El pintor ruso Vladimir Kibalchich Rusakov, mejor conocido como Vlady, sabía que la muerte se acercaba. Por ello, durante los últimos meses de su vida se ocupó de que su obra artística quedara en una institución cultural con capacidad para difundirla y la donó al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Murió el 21 de julio de 2005, a los 85 años de edad, víctima de cáncer, en su casa estudio de Cuernavaca, Morelos. Vlady es el autor de los murales monumentales que decoran la biblioteca Miguel Lerdo de Tejada y de la Secretaría de Hacienda.
RECUERDO FIGURATIVO
Apenas iniciaba este 2005 cuando en París, Francia, el 19 de enero dejó de existir uno de los artistas venezolanos más destacados de la historia, Jesús Rafael Soto, quien fue un pintor y escultor figurativo que derivó al cubismo, la abstracción geométrica y el cinetismo virtual.
Entre sus mayores logros está integrar al espectador en la obra con la creación de espacios penetrables, que inició desde 1968 y luego siguió desarrollando. Actualmente, el Museo Tamayo Arte Contemporáneo presenta la muestra titulada Jesús Rafael Soto: Visión en Movimiento, en la que se exhiben 27 obras realizadas entre 1960 y 1999.
GRABADO EN EL CORAZÓN
Ángel Bracho (1911-2005) no fue de los creadores más famosos en la historia del arte mexicano, pero sí uno de los grabadores de mayor calidad que han existido en este país. Dejó de existir el uno de febrero de 2005 de manera casi inadvertida, a pesar de que fue un artista a la altura de Leopoldo Méndez y Alfredo Zalce, dos de los grabadores más importantes de México.
Fue uno de los fundadores del Taller de la Gráfica Popular (TGP). Junto con artistas como Pablo O?Higgins y Diego Rivera participó en las decoraciones murales en el Mercado Abelardo Rodríguez.
UNA VOZ PARA RECORDAR
Antes de Olivia Gorra, sólo una voz femenina mexicana se había hecho escuchar en el mítico Metropolitan Ópera House de Nueva York, la de Guillermina Higareda. La soprano mexicana falleció el pasado 25 de noviembre. A ella le dedicaron todas las funciones del más reciente montaje de la Compañía Nacional de Ópera, La Traviata, de Verdi, cuyo papel protagónico fue ejecutado por Gorra.
SIMPLEMENTE MILLER
Arthur Miller fue un genio del teatro y de hecho es considerado el gran dramaturgo estadounidense del siglo XX, gracias a obras como Muerte de un Viajante, por la que recibió un reconocimiento internacional. Crítico del sistema estadounidense, Miller fue un autor comprometido que lo mismo se acercó al marxismo que cuestionó la intervención estadounidense en Corea y Vietnam. Falleció el 11 de febrero de 2005.
MEMORABLE PLUMA
El cubano Guillermo Cabrera Infante, vivió los últimos 40 años de su vida en el exilio tras romper con el régimen de Fidel Castro, al que cuestionó y criticó sin descanso desde el hogar adoptivo en el que se convirtió Londres para él. En 1997 Cabrera Infante obtuvo el Premio Cervantes. Murió el 21 de febrero de 2005.
PREMIO NOBEL
El escritor estadounidense Saul Bellow hizo de la reflexión alrededor de la muerte y de la celebración de la vida, el motivo de una obra que en 1976 le valió el Premio Nobel de Literatura. Perdió la vida el pasado seis de abril.
LETRAS PARAGUAYAS
Máximo exponente de la literatura paraguaya, Augusto Roa Bastos es el autor de una obra celebrada como una de las mayores novelas latinoamericanas sobre dictadores: Yo el Supremo.
Ganador del Premio Cervantes de Literatura en 1989, Roa Bastos murió a los 88 años, el 26 de abril de 2005.
LEYENDA MUSICAL
Hasta 2005, Carlo Maria Giulini vivió entre el podio y el foso, y que seis meses dirigía a las prestigiosas orquestas de las cuales era invitado (la Orquesta de París, la Filarmónica de La Scala, la Sinfónica de Chicago, la Filarmónica de Berlín y la Filarmónica de Los Ángeles), y la otra mitad del año volvía a su pasión primigenia: la ópera italiana.
Carlo Maria Giulini fue una leyenda, un director enigmático cuya vida culminó el pasado 15 de junio. Considerado como la última gran batuta de la posguerra, Giulini perteneció a ese gran linaje de maestros italianos como Ricardo Mutti y Claudio Abado. A los 91 años, Giulini murió en Brescia, al Norte de Italia.
ETERNA DANZA
Considerado el más grande bailarín estadounidense de su generación, Fernando Bujones dejó de existir el pasado diez de noviembre en su natal Miami, Florida.
Ovaciones de hasta 20 minutos y reconocimientos como la Medalla de Oro del Certamen Internacional de Ballet de Varna, marcaron la vida de Fernando Bujones, quien estuvo a la altura de figuras como Rudolph Nureyev y Mijail Baryshnikov. De 1995 a 1998, Bujones se encargó de la dirección artística del ballet de Monterrey, México, país en el que dejó discípulos y admiradores.
Los nombres
Éstos son los nombres de algunos de los artistas que fueron homenajeados en 2005:
-Vladimir Kibalchich Rusakov.
-Jesús Rafael Soto.
-Ángel Bracho.
-Guillermina Higareda.
-Arthur Miller.
-Guillermo Cabrera Infante.
-Saul Bellow.
-Augusto Roa Bastos.
-Carlo Maria Giulini.
-Fernando Bujones.
FUENTE: El Universal-AEE
