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PEQUEÑAS ESPECIES

NO SOY PARA TI

M.V.Z. FRANCISCO NÚÑEZ GONZÁLEZ

Soy activo, alerta, obediente, inteligente, cariñoso, valiente, fiel, rústico, y me adapto en cautiverio, pero también soy un ser vivo que tiene emociones y necesidades. Desafortunadamente no soy el perro adecuado para la vida sedentaria, y en el abandono que deseas hacerme llevar, debido a las características genéticas que llevo en mi sangre, no importa que sea criollo o cruza de dos o más razas.

Pasar las veinticuatro horas del día en un patio, verte unos instantes cuando regresas del trabajo, realizar esporádicamente un pequeño paseo, no me hace muy feliz. Lo expresaré ladrando todo el día, convertiré tu jardín en un lugar desagradable por mis necesidades naturales, y serán mínimas las ocasiones que me encontraré confortable encerrado en casa.

Pasar los días echado sobre un tapete, podrás pensar que estoy contento de disfrutar mi vida mientras te ausentas, en realidad estaré en una terrible depresión, porque no es solo tu preferencia lo que importa, también la mía, esperando todo el día para convivir contigo.

El día que me escogiste, que te agradó el físico, la expresión y las características de mi raza, decidiste comprar la mascota que tanto deseabas, excelente, te felicito, pero si no puedes ofrecer las atenciones para tu perro, dar una vida que valga la pena, otorgar las mínimas condiciones que reclaman mis necesidades, entonces que caso tiene que me hagas sufrir.

Si te agradaron los rasgos y el temperamento de tu perro al escogerlo, pero no estás preparado para llevar a cabo el compromiso que has contraído al satisfacer las acciones primordiales de su comportamiento, o crees que puedes cambiarlos con reprimendas y castigos, entonces debes de renunciar a tener esa mascota.

Soy un perro del siglo XXI que vive en el asfalto de la ciudad, pero aún conservo los genes de mis antecesores, con sus atributos, necesidades y vulnerabilidades; la fuerza de mi dentadura, la agudeza del olfato y audición, la fortaleza para trabajar, la responsabilidad de mis deberes, el valor de proteger, el instinto de supervivencia y mis males hereditarios, siempre llevaré esas características en mi sangre. A pesar de no ser feliz, Jamás desobedeceré ni te abandonaré, prefiero morir de tristeza, a fallar en la fidelidad de ser tu perro, querido amo.

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