EDITORIAL Caricatura Editorial Columna Astillero Sergio Sarmiento editoriales

Algo hicimos mal...

RICARDO HOMS

Es innegable que algo hicimos mal… El resentimiento social contra los anteriores gobiernos es legítimo y el índice de pobreza en el país es la evidencia más clara.

Sin embargo, la injusticia social y la inequidad en un país que, según Coneval en su estudio del 2020, el 56.7% de la población vive en pobreza por ingresos, es un problema de responsabilidad compartida entre gobierno y sociedad.

La misma sociedad que ha vivido en su zona de confort se ha olvidado de los desposeídos y de quienes viven en la pobreza. Este olvido es el resultado de una idiosincrasia nacional individualista, que impulsa a cada mexicano a aprovechar sus oportunidades para beneficio propio y de los suyos y olvidarse de quienes le rodean.

Nuestros políticos se olvidan de ese segmento poblacional invisible al cual usan para justificar su demagogia y a cambio le dan migajas. Así ha sido siempre y así sigue siendo hoy. Al pueblo se le invoca continuamente en la narrativa gubernamental, de modo abstracto, pero poco se hace en la realidad cotidiana para sacarlo de forma definitiva de la pobreza, ofreciéndole oportunidades y no las dádivas de siempre.

La pobreza garantiza manipulación y eso lo saben los de la izquierda: ¿por qué razón Cuba y Venezuela, teniendo gran riqueza natural, son países pobres donde la gente está en nivel de sobrevivencia. Es evidente que en cualquier lugar del mundo la gente, que de la pobreza migra a la clase media, se vuelve menos dependiente de la ayuda gubernamental y más exigente respecto a sus derechos ciudadanos.

Sin embargo… los políticos de hoy, esos que señalan con su dedo flamígero a los gobiernos anteriores, también fueron importantes protagonistas políticos de estos olvidos sociales. Ellos no acaban de llegar a gobernar apenas ahora, sino que llevan años en cargos públicos y muchos ocuparon niveles de altísima responsabilidad precisamente en esos gobiernos y partidos políticos a los que hoy señalan. Por tanto, fueron protagonistas o por lo menos, cómplices de estos olvidos.

Habemos muchos mexicanos de buena fe que no queremos regresar al pasado, donde evidentemente hubo corrupción, abusos e insensibilidad social. Sin embargo, tampoco vemos soluciones reales en las acciones de hoy.

Lo grave es que la oposición, que debiese generar contrapesos al actual gobierno, dista mucho de poder conectar con la ciudadanía, pues siguen dirigiéndose sólo a su público de siempre y creen que así convencerán a todo México. El único camino posible que tiene la oposición es reconocer sus omisiones del pasado y realizar las acciones que muestren un cambio sincero y después, pedir una nueva oportunidad. Sin embargo, lo que hoy vemos es a una oposición insensible, que habla de un futuro promisorio a un pueblo que no tiene asegurado como sobrellevar dignamente el presente.

El inicio de esta campaña electoral muestra la peor cara de la política mexicana… confrontación, reproches, polarización, manipulación y mentiras. Nos quieren convencer de que estar en contra de Morena significa estar aliado con la corrupción de antes. Por tanto, debemos aclarar, que no aceptamos ni lo uno ni lo otro. Deseamos encontrar un nuevo camino que realmente signifique evolucionar para tener un mejor país en beneficio de todos.

En el diagnóstico de la problemática de México todos estamos de acuerdo. Sin embargo, en el cómo lograrlo están las diferencias abismales. La defensa de las instituciones y de nuestra democracia seguramente no estará protegida por esta oposición partidista débil y desconectada de la realidad cotidiana. Por ello, solamente la ciudadanía organizada podrá asumir este reto histórico. Para ello será necesario un pacto social entre el sector productivo y las bases populares, dando garantías de que habrá una distribución equitativa de la bonanza económica.

Somos muchos los que no queremos confrontación, pero sí contrapesos; que no nos importa qué partido gobierne, pero que tenga la decencia de respetar nuestra opinión discordante frente a decisiones irresponsables que representan un retroceso para el país. Que se respete la división de poderes y la independencia de las instituciones autónomas. ¿Esto es mucho pedir?... ¿No vivimos en democracia?

Sin embargo, esta pobre y raquítica oposición es lo único que tenemos a la mano para lograr contrapesos para mantener viva a nuestra hoy frágil democracia. ¿A usted qué le parece?

Twitter: @homsricardo

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1847935

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx