Limpieza, hidratación y protección, son fundamentales para cualquier edad. (AGENCIAS)
Más que vanidad, cuidar nuestra piel es un tema de salud. Este órgano, considerado el más grande del cuerpo, se enfrenta diariamente a una serie de agentes que ponen en riesgo su estabilidad: el sol, la contaminación, el estrés, la dieta, el tabaco, entre otros. Por tal motivo, es necesario darle las atenciones mínimas, y cuanto antes, mejor.
"La rutina de cuidado de la piel debe ser algo que nos acompañe a lo largo de la vida, no solo por temporadas. Además, hay que entender que no existen los milagros: todo es cuestión de prevención, hábitos y protección", señala Isabel Negrín, vocera de Icsitum, empresa que agrupa sellos de belleza como Derma E.
LOS PRIMEROS PASOS
Adoptar una rutina de belleza no tiene por qué ser complicado. Antes que nada, es muy importante identificar el tipo de cutis que posees para, así, buscar los productos que cubran sus necesidades específicas.
Por ejemplo, una piel normal se caracteriza por ser suave, resistente y equilibrada, además de que no suele irritarse ni enrojecerse. La sensible, por otro lado, puede arder sin motivo alguno o después de aplicar algún producto.
El cutis graso se distingue por ser brilloso, con una sensación oleosa e imperfecciones. En cambio, el seco se siente áspero, escamoso e, incluso, pica con facilidad. Mientras que la piel mixta es una combinación de las dos anteriores: seca en algunas áreas y grasa en otras (sobre todo, la zona T: frente, nariz y barbilla).
Una vez identificado el tipo de piel, la rutina básica a seguir es limpieza, hidratación y protección. La primera etapa debe realizarse dos veces al día (por la mañana y la noche), y también cuando se termina de practicar deporte, pues en el cutis se acumulan sudor y otros elementos que pueden producir granitos.
En la actualidad, hay gran variedad de herramientas para maximizar la eficacia de la limpieza, como cepillos (tanto manuales como de batería), esponjas y paños. No obstante, las personas con piel sensible o con tendencia al acné deben evitar su uso para reducir la probabilidad de irritación y, en su lugar, emplear solamente las yemas de los dedos.
Posterior a este paso, es necesario aplicar una crema hidratante para otorgarle a la piel el agua que requiere. "Entre los ingredientes que brindan una buena eficacia en esta función se encuentran el ácido hialurónico y la provitamina B5, también conocida como pantenol", nos explica la especialista.
¡CUIDADO CON EL SOL!
El toque final de la rutina de belleza durante el día es la protección. "Cuando la piel absorbe los rayos ultravioleta, se producen cambios celulares. Sin embargo, no siempre vemos estos de inmediato, excepto por un oscurecimiento del cutis de sutil a mayor.
"Con el tiempo, la exposición a estos rayos puede provocar manchas oscuras, líneas finas, arrugas e, incluso, lesiones precancerosas. Cada vez que nuestra piel se expone a la luz ultravioleta, ésta envejece de manera prematura", advierte el dermatólogo cosmético Howard Sobel en su portal web.
A su vez, la vocera de la marca Derma E hace hincapié en que la piel debe protegerse aun cuando no se salga de casa: "la luz azul que emiten los dispositivos electrónicos puede producir signos visibles como la deshidratación, ya que dicha luz facilita la disminución de las moléculas presentes en la epidermis que ayudan a mantener su humedad".
Para elegir el producto adecuado, la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer recomienda elegir un protector de amplio espectro, es decir, contra los rayos UV de tipo A y B; así como buscar una fórmula con un factor de protección solar (FPS o SPF, por sus siglas en inglés) entre el 30 y 50. Otra característica que debe cumplir es ser resistente al agua.
"Estos tres pasos (limpieza, hidratación y protección) son fundamentales para cualquier edad. Dicha rutina debe seguirse por salud, no solo por belleza. Cuanto antes se empiecen a dar estos cuidados, la piel tendrá una mejor condición a futuro", finaliza Isabel Negrín.
