Columnas Social

Vibremospositivo

Vibremospositivo

Reflexión: El hombre y la roca

Haifa Ghawi

Un hombre dormía en su cabaña cuando, de repente, una luz iluminó la habitación y apareció Dios. Le dijo que tenía un trabajo para él y le enseñó una gran roca frente a la cabaña.

Le explicó que debía empujar la piedra con todas sus fuerzas, el hombre hizo lo que Dios le pidió día tras día. Por muchos años, desde que salía el sol hasta el ocaso, el hombre empujaba la fría piedra con todas sus fuerzas y ésta no se movía.

Todas las noches, el hombre regresaba a su cabaña muy cansado y sintiendo que todos sus esfuerzos eran en vano. Como el hombre empezó a sentirse frustrado, Satanás decidió entrar en el juego trayendo pensamientos a su mente.

Has estado empujando esa roca por mucho tiempo y no se ha movido. Le dio al hombre la impresión de que la tarea que le había sido encomendada era imposible de realizar y él era un fracaso.

Estos pensamientos incrementaron sus sentimientos de frustración y desilusión.

Satanás le dijo: ¿Por qué esforzarte todo el día en esta tarea imposible?, solo haz un mínimo esfuerzo y será suficiente.

El hombre pensó en poner en práctica esto, pero antes decidió elevar una oración a Dios y confesarle sus sentimientos.

"Dios mío: He trabajado duro por mucho tiempo a tu servicio, he empleado toda mi fuerza para poder conseguir lo que me pediste, pero aun así, no he podido mover la roca ni un milímetro.

¿Qué pasa, por qué he fracasado?".

Dios le respondió con compasión: "Querido hijo, cuando te pedí que me sirvieras y tú aceptaste, te dije que tu tarea era empujar la roca con todas tus fuerzas y lo has hecho. Nunca dije que esperaba que la movieras, tu tarea era empujar".

"Ahora vienes a mí sin fuerzas a decirme que has fracasado, pero en realidad no fracasaste. Mírate ahora, tus brazos están fuertes y musculosos, tu espalda fuerte y bronceada, tus manos callosas por la constante presión, tus piernas se han vuelto duras".

"A pesar de la adversidad, has crecido mucho y tus habilidades ahora son mayores que las que tuviste alguna vez. Cierto, no has movido la roca, pero tu misión era ser obediente y empujar para ejercitar tu fe en mí, eso lo has conseguido. Ahora, yo moveré la roca por ti", le dijo Dios.

Algunas veces, tratamos de utilizar nuestro intelecto para descifrar su voluntad cuando, en realidad, Dios solo nos pide obediencia y fe en él. Debemos ejercitar nuestra fe que mueve montañas, pero conscientes de que es Dios quien al final logra moverla.

Cuando todo parezca ir mal, cuando estás agotado por el trabajo, cuando la gente no se comporte de la manera que te parece que debería, cuando no tienes más dinero para pagar tus cuentas, cuando la gente simplemente no te comprende, cuando te sientas agotado y sin fuerzas, solo empuja.

En los momentos difíciles pide ayuda a Dios, eleva una oración para que ilumine tu mente y guíe tus pasos, entrégale tus miedos y pídele con una oración que te ayude a encontrar el camino que te conduzca a él.

No pierdas la fe. ¿Y tú, cómo ejercitas tu fe?

Cuéntame a: [email protected]

Leer más de Columnas Social

Escrito en: Vibremospositivo

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Social

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1817624

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx