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Circunstancias

Sobre las supersticiones

Francisco Pineda

Existen algunas creencias que hasta cierto grado influyen el modo de pensar y actuar de la gente. Me refiero a las supersticiones, y la forma de expresarlas socialmente. Las supersticiones son características muy humanas, y han existido desde épocas prehistóricas

En algunos países, sobre todo en los Estados Unidos y en las últimas décadas en México, el final del mes de octubre señala la celebración de Halloween. Este año el evento muy probablemente será limitado o cancelado debido al alto riesgo de contagio por el COVID-19. La tradición de Halloween se inició en Europa hace más de un milenio y se adoptó en los Estados Unidos como parte de su cultura después que los migrantes irlandeses y escoceses la introdujeron en américa al principio del Siglo XX (History, 2018). La premisa básica de esta creencia era que los espíritus y fantasmas regresaban a la tierra.

Es difícil concebir que alguien en alguna etapa de su vida no haya tenido algún tipo de convicción para la cual no existe prueba científica (excluyendo las creencias religiosas) y que carece de explicación lógica y concreta, o posee un aspecto mágico. Creencias que se basan en tradiciones populares o culturas transmitidas por generaciones familiares pasadas, o el ambiente donde nos hemos desenvuelto, por ejemplo, hechizos, maldiciones, o atribuciones a ciertas actividades u objetos de traer buena o mala suerte. O creencias firmes de que ciertas prácticas como el curanderismo, la cartomancia, la astrología, el espiritismo, etc., son fuentes confiables para predecir el destino, y en general los fenómenos que nos ocurren. Creencias de que existen fuerzas supra-normales como los astros, los espíritus, o ciertos rituales que influyen en nuestras vidas.

El diccionario de la Real Academia Española define superstición como una fe o valoración desmedida respecto a algo y que es contraria a la razón. Una superstición se refiere a creencias que no tienen bases racionales, tienen una connotación mágica, mística, milagrosa, o supernatural, y pueden influir positivamente o negativamente en nuestras vidas, o nos defienden del mal. Las supersticiones son tan comunes en nuestra cultura, que las mencionamos y escuchamos todos los días, a veces sin darnos cuenta de ellas. Expresiones o acciones como tocar madera, evitar pasar por debajo de una escalera apoyada en la pared, evitar cruzarse con un gato negro, pisar con el pie izquierdo al levantarse de la cama, hacer "mal de ojo" al mirar fijamente a una persona, y muchas otras que han existido en nuestra cultura por muchos años y que prácticamente son en parte de una idiosincrasia.

Las supersticiones nos permiten confiar en ciertos rituales, especialmente cuando estamos ansiosos y necesitamos que algo salga bien ya que nos genera cierta seguridad de tener algo bajo control, lo que a su vez influye indirectamente en el logro de alguna actividad. Esto lo vemos con frecuencia en jugadores de futbol profesional quienes evitan saltar al campo con el pie izquierdo, o tocan el pasto y se persignan a la vez, antes de iniciar el partido. La psicología experimental explica las supersticiones como reforzamientos positivos o negativos con respecto a ciertas conductas. Por ejemplo un agente de ventas quien cree que un amuleto le trae suerte, porque cada vez que lo trae consigo sus ventas han sido buenas.

A menos que una superstición esté basada en una experiencia personal, por ejemplo el haber imaginado la voz de una persona fallecida, el origen de las supersticiones es principalmente cultural y no tiene nada que ver con el nivel de educación o la capacidad de inteligencia. Normalmente las aprendemos a edad temprana y entre mas experimentados, informados, y maduros cronológicamente hablando, somos menos supersticiosos. Me he encontrado con personas egresadas de una universidad de buen prestigio quienes han expresado creencias que me han parecido místicas o mágicas.

Ser supersticioso no tiene nada de malo siempre y cuando la creencia no tenga una perspectiva mágica tal que parece fantástica o fuera de la realidad; o no sea un obstáculo para un buen funcionamiento psicológico y social, por ejemplo aquellas personas que se preocupan debido a que un martes o viernes cae en día 13 del mes.

Una superstición es un tipo de distorsión cognitiva en la forma que entendemos una realidad, sin embargo, ser supersticioso puede tener algunas ventajas porque nos hace sentir que tenemos cierto control sobre algo. Si traer con nosotros un amuleto de la buena suerte nos hace sentir protegidos en el trabajo, o cuando viajamos en el avión, entonces la superstición tiene un efecto favorable. Si creer en espíritus y fantasmas nos permite estar en contacto positivo con nuestros seres queridos que ya fallecieron, pues estamos justo a tiempo para celebrar Halloween y el día de los muertos. Gracias por su interés en esta columna.

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