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Ensayo sobre la cultura

Los conquistadores

José Luis Herrera Arce

En octubre, se conmemora el descubrimiento y conquista de América: fecha que a muchos les gustaría desterrar del calendario; evento que se critica superficialmente, sin entender que el movimiento de la civilización ha sido constante y los pueblos o han sido conquistados o conquistadores; o las dos cosas. La forma de conquistar se sigue efectuando de muchas maneras; en nuestra época, por medio de las tecnologías y los mercados y esa es la razón por lo que las grandes potencias meten sus narices en todo el mundo.

Seguramente no hay conquistas buenas; mas tampoco del todo malas. Son procesos históricos de los que no hemos sido ajenos y por los cuales poseemos las características culturales que nos hacen ser mexicanos.

La española no ha sido la única conquista que ha sufrido nuestro territorio; no me refiero a la invasión americana ni francesa del siglo XIX. Mucho antes, la región fue testigo de muchos inmigraciones que, supuestamente, venían del norte y se iban estableciendo en lo que fue conocido como meso américa y el sur de la República. Florecieron grandes culturas, y por lo visto eran bélicas; conquistaban a otros pueblos que ya estaban establecidos. Se pueden contar a la cultura olmeca, a la teotihuacana, a la tolteca y por último a la azteca. En el sur, la más importante fue la cultura maya con varias ciudades que en diversos ciclos de la historia se imponen a las demás y las subyugan para posteriormente decaer.

La colosal ciudad de Teotihuacán no nos refiere a un pueblo pacífico; El mito de Quetzalcóatl nos habla de que un pacífico sacerdote o Dios que fue derrotado por sus contrarios quienes deseaban devolver a su pueblo sus características guerreras. Si los toltecas llegaron a tener influencias en la cultura maya es que se desplazaron hasta aquella región y no necesariamente en términos de paz. No hay muchos documentos que nos hablen de los reyes o los ideólogos de estas culturas porque casi todos fueron destruidos, primero por los aztecas y luego por los españoles. Tenemos perdidos muchos datos de nuestra historia.

Los mayas también fueron pueblos conquistadores desde que se establecieron en las altas tierras de Guatemala y se fueron extendiendo hasta Yucatán, donde florecieron sus últimas culturas. Hubo guerras como la de Tikal contra Uaxactún. Grandes imperios como el de Palenque donde sobresale su rey Pakal. Chichén Itzá es uno de los últimos grandes imperios, influidos por los toltecas en sus construcciones, en el centro de su cultura están los sacrificios humanos, en los cenotes yacieron sus víctimas; pueblos guerreros, por ende, conquistadores.

Cuando los aztecas llegan a Mesoamérica, se encontraron que ya gobernaba un pueblo: Azcapotzalco, su rey Tezozómoc. De los pocos pueblos que se levantaron contra él fue el de Texcoco, en el tiempo que fue gobernado por Netzahualcóyotl, el rey poeta.

Los aztecas, primero, fueron usados por Azcapotzalco en sus guerras, pero al darse cuenta de su ferocidad y barbarie los repudiaron. (Hay que recordar la anécdota de los xochimilcas y sus orejas). Hicieron que se fueran hacia Chapultepec, después fundaron Tlatelolco y por fin los echaron al lago donde comenzaron a construir su capital. Los aztecas se aliaron con los de Texcoco y Tlacopan formando la triple alianza. Vencieron a Azcapotzalco y se convirtieron en los grandes conquistadores que ahora conocemos.

De este imperio y sus gobernantes abundan los datos; Tenoch, Acamapichtli, Huitzilhuitl, Chimalpopoca, Itzcóatl, Moctezuma I, Axayácatl, Tizoc, Ahuizotl, Moctezuma II, Cuauhtlahuac y por último, Cuauhtémoc.

Hay que mencionar al principal ideólogo o sacerdote de los aztecas: Tlacaelel que vivió en tiempos de Itzcóatl, Moctezuma I y Axayácatl.

De todos estos personajes el único que sufrió una gran derrota fue Axayácatl en contra de los purépechas a los que nunca pudieron conquistar.

El Dios más importante fue Huichilopoztli, Dios solar que necesitaba de corazones humanos para sobrevivir. Se cuenta que una vez hubo el sacrificio de 20 mil víctimas en su honor, obtenidas de sus conquistas.

El gran florecimiento del imperio de los aztecas se debe a estos hombres y a la religión que los sostenía; aunque también contaban con otros elementos culturales muy humanos y otros dioses como Tláloc y el mismo Quetzalcóatl representados en el templo mayor.

Por ellos somos los que somos. Nuestro presidente no creo que tenga que pedir perdón por los excesos de los conquistadores indígenas.

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