'Las enfermeras me preguntaron si estaba embarazada y yo respondí que no', cuenta la madre. (INTERNET)
Tasha Davies, una británica de 28 años de edad, nunca se enteró que estaba embarazada y adjudicaba su aumento de peso a estar encerrada en casa debido a la pandemia por el COVID-19.
La joven asegura que no tuvo malestares por el embarazo y sólo acudió al médico porque comenzó a sentir muy fuertes dolores abdominales. "Las enfermeras me preguntaron si estaba embarazada y yo respondí que no", cuenta ella, cita el diario Mirror.
"Estuve trabajando muchas horas desde casa durante el aislamiento, comí mucho y no fui al gimnasio, ni hice ningún ejercicio", explica la mujer. Una hora antes de dar a luz, llegó al hospital, donde aunque dijo no estar embarazada, le hicieron una prueba y comprobaron que estaba en trabajo de parto.
Dio a luz a un niño de 4.28 kilogramos. Martin Hern, el padre del bebé, dice que fue una grata sorpresa convertirse en padre de la noche a la mañana.