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INDUSTRIA EDITORIAL

México, sin estímulos para la industria editorial

El 23 de marzo, en Alemania se implementó un programa de ayuda económica dirigido a empresas de industrias creativas

Las sanciones al grupo editorial Nexos vuelven a poner en la mesa la crisis de la industria editorial que se acentuó con la pandemia.

Las sanciones al grupo editorial Nexos vuelven a poner en la mesa la crisis de la industria editorial que se acentuó con la pandemia.

AGENCIAS

Desde finales de abril, el Fondo del Libro del Gobierno federal de Canadá anunció nuevos apoyos financieros para las editoriales que luchan para enfrentar la crisis del COVID-19; a finales de marzo, Alemania destinó 50 mil millones de euros a las industrias creativas, y en particular financiará la Feria del Libro de Fráncfort, que se celebrará con pérdidas, calculan, de acaso el 5%; el pasado julio, el Reino Unido asignó mil 15 millones de libras para las organizaciones culturales, entre ellas la editorial; sin embargo, en México la industria del libro, hasta ahora, no ha tenido ningún financiamiento. Y no lo habrá.

"No, por supuesto que los apoyos a la industria no han estado en la perspectiva del Presidente ni en la perspectiva de la secretaria de Economía ni de la secretaria de Cultura y entonces es evidente que en este sexenio, esa lógica con la que nosotros pensamos que debiera moverse el Gobierno no va a tener ninguna manifestación, no va a haber nada especial, ni siquiera modificaciones básicas como es la Ley del Libro y la Lectura, o sea ni siquiera eso", afirma el analista cultural, Eduardo Cruz Vázquez.

Dice que en México no hay políticas industriales para la cultura, "al Presidente no le puedes hablar de apoyo a industrias culturales o creativas, ni siquiera existe en su escenario lo que se entiende por empresas culturales, ni en la Secretaría de Economía ni en la propia Secretaría de Cultura".

Para el experto en gestión cultural, se pierde el tiempo si no se entiende que el proyecto político e ideológico del Presidente no pasa por ahí. Dice que lo que hay que entender es que esta situación de México coloca a las empresas y a las industrias culturales, micro, pequeñas, medianas o grandes a que tienen que aprender a jugar en el marco del mercado. "Y en ese marco del mercado van a tener que aprender a subsistir, hay que aprender a hacer negocios o nuevos negocios y yo tengo la impresión por la historia que conocemos tanto de Nexos, Letras libres, como de otras publicaciones, que su relación con el empresariado es tan buena y tan fluida que no creo que vayan a extrañar mucho el gasto público. Creo que en el juego político más de una empresa de las grandes de este país van a seguir estando presentes en la pauta publicitaria y quizás en muchos otros proyectos que Nexos pueda manejar", señala Eduardo Cruz.

La inhabilitación por dos años y una multa económica por casi un millón a la empresa editorial Nexos Sociedad, Ciencia y Literatura, S. A de C.V, dictada en días pasados por la Secretaría de la Función Pública -que el director de la empresa, Héctor Aguilar Camín, calificó de desproporcionada-, vuelve a poner en la mesa la crisis de la industria editorial que se acentúo con la pandemia, y para la cual el Gobierno no ha impulsado apoyos financieros ni de créditos, como lo han hecho otras naciones, por el contrario, aquí se frenan las empresas.

Cruz Vázquez señala que en el contexto de la realidad mexicana, en el campo editorial Nexos y la editorial Cal y Arena no van a poder vender en las librerías del Estado como Educal, pero a eso no le ve mayor problema pues dice que hay plataformas como Amazon y "hay mil cosas como para estar pensando que una empresa quebrada como Educal es un nicho de distribución".

LA REALIDAD EUROPEA

El 23 de marzo, en Alemania se implementó un programa de ayuda económica dirigido a empresas de industrias creativas, con dos enfoques: uno era garantizar que las compañías no quebraran durante la pandemia, y otra que los trabajadores "freelancer" tuvieran un salario.

Se invirtieron 50 mil millones de euros que se distribuyeron en cuatro días y la gente que se quedó sin trabajo, ganaba entre 70% y 90% de su sueldo, el cual pagó el Gobierno; y se complementó con acciones de las librerías, que de inmediato se organizaron para vender sus libros en línea e incluso hacer entregas en puntos como negocios que nunca cerraron, como las panaderías.

Pero el ejemplo más claro del apoyo a la industria editorial está en la Feria del Libro de Fráncfort que se desarrollará en octubre con tan solo 30% -calculan- de asistencia de editores; sin embargo, el Gobierno alemán, la Asociación del Libro y la ciudad de Fráncfort van a financiar el año de pérdidas; para ello han ideado espacios virtuales en los que cualquier editor se puede inscribir y subir sus libros de manera gratuita, que antes implicaba costo.

El economista Ernesto Piedras dice que en México no tenemos una política que reconozca los aportes de la cultura para la educación, como sí la hay en otros países como el Reino Unido. "Si tú entras al equivalente del INEGI en el Reino Unido, señala que su principal sector de actividad económica es el diseño, ellos se reconocen como un país de actividad abundante en el diseño y entonces generan una política económica en torno al diseño, capacitación, espacios, promoción de las exportaciones del diseño".

Phillip Olle-Laprune, promotor del libro y conocedor del mercado editorial francés y mexicano, asegura que apoyos directos al mundo editorial no ha habido, pero sí han apoyado a las empresas en general con la condonación de impuestos al valor agregado, y préstamos con tasas de interés muy bajas.

El editor, escritor y gestor dice que "en México no hay apoyos a la industria editorial y no los habrá, pero existen programas que benefician a los autores, traductores y editores, aunque se han reducido".

Cruz Vázquez concluye: "El planteamiento político del Presidente pasa justamente por la demolición de todo aquello que liga al pasado, y en ese escenario ideológico entran muchos casos entre los cuales está la empresa cultural Nexos y sus diferentes intereses, como editores y gente que está dedicada al campo de la producción editorial".

50

MMDE

fue lo que destinó el Gobierno de Alemania a la industria editorial ante la crisis.

Sin apoyos

En México la industria del libro, hasta ahora, no ha tenido ningún financiamiento. Y no lo habrá:

*Desde finales de abril, el Fondo del Libro del Gobierno federal de Canadá anunció nuevos apoyos financieros para las editoriales que luchan para enfrentar la crisis del COVID-19.

*Alemania destinó 50 mil millones de euros a las industrias creativas, y en particular financiará la Feria del Libro de Fráncfort.

*El Reino Unido asignó mil 15 millones de libras para las organizaciones culturales, entre ellas la editorial.

*En México no hay políticas industriales para la cultura, "al presidente no le puedes hablar de apoyo a industrias culturales o creativas, ni siquiera existe en su escenario lo que se entiende por empresas culturales, ni en la Secretaría de Economía ni en la propia Secretaría de Cultura".

*Esta situación de México coloca a las empresas y a las industrias culturales, micro, pequeñas, medianas o grandes en que tienen que aprender a jugar en el marco del mercado.

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