¿Se acuerda usted de aquellos infomerciales que salían en la televisión por la madrugada? Bueno, pues todavía existen, y el otro día se me ocurrió prender el televisor a altas horas de la noche, tratando de dormir, y ahí estaba: un infomercial (que le llaman así porque se supone que te brindan información, pero para venderte algún producto) con todo y el “merolico” que anunciaba, con “bombo y platillo”, las nobles virtudes de un pelapapas eléctrico. ¡No pues guau! dijo el perro.
Por si alguien no lo supiera, un merolico es el vendedor callejero (o en este caso, de la televisión) que se la pasa hable y hable, mareándote con datos dizque muy interesantes sobre pelar papas y otras cosas altamente científicas. Sobra decir que el mentado pelapapas se veía más corriente y “chafo” (o sea, de muy mala calidad) que el año 2020. Lo que me soltó una carcajada (que despertó molesta a mi esposa) es que el vendedor, en algún momento, dijo: “¡Señora, que no la estafen con otros productos ‘piratas’! Este es el auténtico pelapapas automático iPel 5000, no acepte imitaciones”. Por supuesto que el nombre lo acabo de inventar, pero era algo así, ya ve usted que todo nombre suena “más avanzado” si se le antepone una ‘i’ y luego se le agrega un número arbitrario… o sea, cualquier número que se les ocurra.
Después de que me reí y mi esposa me dijo cariñosamente que apagara inmediatamente la televisión, me quedé pensando en la palabra “estafa”. La usamos mucho: estafador, La Gran Estafa, “¡me han estafado!” ¿Pero qué significa estafar? Pues pedirte que hagas algo, o que des dinero o cosas de valor diciéndote algún engaño. Por ejemplo, el pelapapas que le digo evidentemente no vale más de cincuenta pesos, pero en el anuncio te engañan constantemente para poder vendértelo en quinientos… “¡Y eso no es todo! Si llama en los próximos treinta minutos, se llevará GRATIS otro iPel 5000”. Como decía mi abuela: “esos ca…nijos nunca le pierden”.
Lo curioso es que la palabra “estafa” viene del italiano staffa que significa “estribo”. Staffare es sacar el pie del estribo del caballo y entonces el jinete se queda sin soporte, sin apoyo… tal como queda el estafado, que lo dejan, como decía Juan Gabriel: “Y sin dinero, sin él, sin mí, sin nada… caray.”
Cuando se organiza un evento o en algún trabajo, ya no se refieren a los empleados como “personal” o “plantilla”, ahora se usa el anglicismo staff porque es más nice… o sea más elegante, se supone. En inglés, así se le llama (staff) al equipo de personas que, rigurosamente hablando, es de apoyo para algún evento o trabajo en particular.
Si me lo permite, antes de despedirme, me devuelvo al estribo (el apoyo) para hablarle del estribillo, ¿qué es? Pues un estribo chiquillo, obviamente. El estribillo, en una canción o en un poema, es un recurso que tiene varios versos que normalmente se repiten, y sirve como apoyo métrico de la composición.
Y así me voy ahora… sin “la del estribo”. Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios. [email protected] Twitter: @donjuanrecaredo.
ME PREGUNTA:
Jazmín Martínez: En un libro acabo de ver escrita la palabra “consiensia”, ¿está bien escrita? Porque a veces yo sé que cambia.
LE RESPONDO:
La palabra “consiensia” no existe. Está “consciencia”, que es la capacidad del ser humano de reconocer la realidad que le rodea; y está “conciencia”, que es el conocimiento moral entre el bien y el mal. Probablemente en el libro se trataba de un modismo que inventó el autor.
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA:
Dijo Edgar Allan Poe: “El ser humano es un animal que estafa, y no hay otro animal que estafe fuera del ser humano”