el siglo de torreón/ Alejandra Morales
Don Pablo Caldera tiene 83 años de edad y en medio de esta contingencia sanitaria, tiene que salir de casa para autorizar que uno de sus nietos sea el encargado de cobrar su pensión que cada bimestre entrega el Gobierno federal.
En su caso el trámite se demoró más de lo esperado porque para nombrar a su nieto como su tutor, es necesario que salga nuevamente de casa y lleve a dos testigos para completar los requisitos, es decir, don Pablo debe salir más de dos ocasiones para luego poder resguardarse en casa.
Para realizar los trámites salió en el triciclo de su nieto Humberto, quien acompañado de su hijo de dos años, lo llevaron hasta las oficinas de Bienestar en Lerdo. Para Humberto, don Pablo más que su abuelo es su padre, pues ha crecido a su lado y su amor es incondicional.
Por esta razón, el joven de 22 años quiere encargarse de todos los trámites de don Pablo, para que pueda quedarse en su casa y recibir su pensión.
El señor espera ansioso el pago, pues asegura no haber recibido su última pensión, la cual el presidente Andrés Manuel López Obrador autorizó que fuera doble por la pandemia del COVID.
Según le informaron en las oficinas de Bienestar, será hasta noviembre que reciba su pago y para entonces, dice, "me llevaré dos o tres costales para llevarme mi dinero", dijo entre risas.
EN AUMENTO
No todas las historias de abuelos son como la de don Pablo. De la Procuraduría de Niñas, Niños, Adolescentes y Adultos Mayores del DIF Lerdo, el número de casos de violencia hacia los adultos mayores se incrementó durante la pandemia.
De acuerdo con la delegada Laura Meraz, son los casos de abandono y omisión los que se han incrementado. Desde enero a la fecha se han atendido a por lo menos 40 casos, donde la constante es el abandono.
Se han atendido casos incluso de personas hasta de 55 años de edad con discapacidad, en estado de vulnerabilidad, ante la desatención de sus hijos.
En casos extremos, la delegación presenta denuncias ante la Vicefiscalía, o bien, los mismos denunciantes en ocasiones son los vecinos de las víctimas.
En los casos que han sido atendidos, los hijos están obligados a reportar las condiciones en las que viven sus padres y también la procuraduría realiza visitas sorpresa en sus viviendas.
A la ciudadanía se le informa que de detectar casos de violencia hacia adultos mayores, pueden reportarlo al 871-125-3032 o acudir a las oficinas ubicadas en Morelos y avenida Coronado.