El jueves 30 de julio se cumplieron seis meses desde que se declaró por parte de la Organización Mundial de la Salud la emergencia de salud pública de relevancia internacional por la pandemia del COVID-19, con aproximadamente 16 millones de casos y más de 640 mil muertes en el mundo.
A este enemigo silencioso, y que tampoco podemos mirar a simple vista, lo han combatido miles de héroes ciudadanos que pertenecen al sector salud y me refiero a los médicos, doctoras, doctores, enfermeras, enfermeros y camilleros que han atendido a los pacientes de esta pandemia arriesgando su propia vida.
Sin duda alguna cuando estaban estudiando medicina nunca imaginaron que en el noble ejercicio de su profesión pudieran arriesgar su propia vida, sabían que tenían que poner todos sus conocimientos y experiencia en salvar las vidas de sus pacientes, pero ahora con el COVID-19 su profesión se ha tornado de alto peligro atendiendo a las personas con este padecimiento, pues podrían por ese solo hecho contagiarse y enfermarse, llegando incluso como ha sucedido en los miles de hospitales que dichos profesionistas dedicados a la atención de pacientes del COVID-19 en el mundo hayan enfermado o incluso fallecido.
No obstante, del peligro que conlleva ahora el tratamiento de las personas enfermas del COVID-19, han permanecido haciéndole frente a la pandemia y logrando en la medida de lo posible salvar las vidas de múltiples pacientes, a quien les unía el noble compromiso de su profesión.
Por ello a mi juicio deben ser los médicos, enfermeros y camilleros los personajes del año 2020.
Al respecto me atrevo a afirmar que no existen mejores candidatos a las preseas como la "Belisario Domínguez" que otorga el Senado de la República y cualquier otra respectiva.
No solo eso, deben de ser los personajes del año de la revista Time y otras de esa índole.
Por ello a través de esta columna les rindo mi solidaridad y reconocimiento a estos héroes ciudadanos.
Twitter: @UlrichRichterM
