Hoy en día en este mundo tan consternado por el bombardeo constante de información o desinformación, la sociabilidad ha sido un punto bastante controvertido. En vista de la actual crisis que vive el planeta con respecto a la aparición del coronavirus, la regla es mantenerse alejados, sin embargo ¿el mantenerse alejados unos de otros, contribuye a la exclusión social?
Podemos entender por inclusión social, la integración que se realiza dentro de la sociedad, a todos los miembros que la constituyen o componen, sin restricción alguna, permitiendo de esta forma la integración de la diversidad cultural dentro de la sociedad actual. La inclusión social permite acercar a los miembros que la conforman a una vida más digna, donde pueda desarrollarse de forma óptima y segura de acuerdo a su entorno.
Cuando hablamos de inclusión social, hacemos énfasis en la oportunidad o posibilidad que se les da a esas personas de escasos recursos a que sean partícipes de una vida plena y segura que contribuya con el óptimo desarrollo tanto físico como social, permitiéndoles así una convivencia sana y un nivel de vida adecuado.
Personas susceptibles a la exclusión
Dentro de la sociedad y los grupos sociales, la diversidad cultura es una de las características o elementos principales de la misma, debido a que dentro de la sociedad, la convivencia es generalizada, no solo conviven el mismo tipo de personas, la variación y diferencia es lo que hace a la sociedad ese grupo infinito de personas con visiones, misiones y opiniones diferentes.
Las personas que son más susceptibles a la exclusión social son:
• Aquellos que poseen escasos recursos.
• Aquellos que viven en situación precaria.
• Personas que no poseen los medios físicos o económicos para desenvolverse de forma óptima y segura.
• Personas con alguna discapacidad.
• Adultos mayores.
• Personas de origen diferente.
• Exclusión por genero
• Por condición u orientación sexual.
Objetivo de la inclusión social
Su finalidad principal es que todo ser humano, venga de donde venga, tenga las creencias que tenga o piense de forma diferente al resto, pueda sentirse aceptado y con las mismas posibilidades o herramientas de evolución que el resto en el ámbito educativo, laboral y económico.
Cuando hablamos de inclusión económica, hacemos referencia a:
• Oportunidad de estudio
• Oportunidad de empleo
• Oportunidad de desarrollo
• Crecimiento personal físico.
• Seguridad social.
• Derecho a un empleo estable
• Derecho a servicios básicos de calidad tales como agua potable y electricidad.
• Alimentación nutritiva y balanceada.
• Acceso a oportunidad de vivienda.
• Vivir en viviendas óptimas y dignas para el ser humano y su entorno familiar.
Cuando comienza la inclusión
El proceso de inclusión inicia justo al momento en el que nace la persona, incluso antes de su nacimiento, puesto que para poder nacer, necesita al menos las condiciones básicas de salubridad para poder hacerlo. Sin embargo, las etapas a través de las cuales nos desenvolvemos son 4, a saber: infancia o etapa inicial, adolescencia, adultez o etapa media y finalmente la cuarta etapa que no es más que la del adulto mayor.
Para que una persona se pueda considerar incluida dentro de la sociedad, debe al menos vivir estas cuatro etapas con las necesidades básicas cubiertas. Al momento de nacer una persona, su primer entorno de desarrollo es la familia, su círculo familiar es que lo va a orientas y le permitirá experimentar ese sentido de pertenencia que todos poseemos. Ya luego en la etapa adolescente se experimenta la inclusión a través de la educación, es decir, su entorno escolar le permitirá experimentar la relación fuera de su entorno familiar.
Ya con la tercera etapa, el ser humano experimenta más el sentido de independencia, es decir, busca un entorno laboral óptimo, se desenvuelve con amigos, establece relaciones sentimentales, entre otras cosas. Y ya la última etapa es la etapa del recogimiento y acercamiento familiar, volviendo al núcleo de la sociedad que es la familia.
En la actualidad
El desarrollo del ser humano es un proceso evolutivo constante, su crecimiento va de la mano con el conocimiento que adquiere y el entorno que lo rodea. El ambiente en el que vivimos actualmente es un ambiente de expresionismo, dualidad de pensamiento y diversidad cultural, es por ello que, debemos adaptarnos a los cambios constantes y aceptarnos tal como somos, de esta forma aceptaremos a otras personas tal y como son.
En este sentido, el desarrollo y evolución del hombre siempre debe ir de la mano con la inclusión de todos los que lo rodean, no menospreciando ni denigrando a otros, ya que si no contribuimos con la evolución en conjunto, estaremos destinados a la división constante de la sociedad.
