En México, entre el sector consciente de la realidad, buscando información y luego analizarla, existe un estado de profunda preocupación por el rumbo que estamos tomando; no es para menos, considerando el daño a la salud y muertes por la pandemia del coronavirus y la profunda crisis económica del mundo. Al parecer, tendremos un 10% más de pobres. (Agencia Reforma 14/07/20)
Muy alarmante pasar desapercibidas las advertencias de los expertos que advierten a las autoridades mexicanas; sin ser excepción mundial, la crisis se acrecenta por las malas decisiones del Estado, apoyadas en ideología populista, descartando los análisis rigurosos en economía, base de la estrategia general en cualquier país.
Los medios de comunicación serios y comprometidos -con la firma de los autores-, manifiestan su preocupación técnica; los datos generales sostienen sus escritos, provocando profunda incertidumbre.
Resumiendo: se espera un decrecimiento de la economía mexicana, que se calcula entre -1% al -10%. (Variable según diferentes fuentes)
Entender el círculo vicioso es simple: si decrece la economía, será por la baja en la productividad y la consecuente pérdida de empleo, que pudiera llegar a 7 millones más de desempleados, frenándose el crecimiento que necesitamos.
Menos empleo es igual a más personas sin ingresos y con las mismas necesidades básicas; significa incremento en la pobreza nacional y muy probablemente el alza de la criminalidad que profundizará la inseguridad social.
Las fuentes de ingresos de divisas tienen dos cauces muy importantes: los envíos de dólares de trabajadores mexicanos desde EUA, que ha disminuido por la crisis que también enfrenta el país del norte, que se calcula en hasta 10,000 md anuales -Universal 6-03-2020-; la otra, la industria turística, que ha decrecido en los últimos meses, hasta llegar al 25%, realidad agravada por la cuarentena mundial. Muchos están por quebrar.
La desconfianza de los inversionistas, que inició con la cancelación de la construcción del aeropuerto en Texcoco y que generó el inicio del distanciamiento de los empresarios nacionales, ha provocando la salida de divisas al extranjero -capitales 'golondrinos'- y la marcada disminución de inversión extranjera y nacional.
En abril salieron capitales por 155,700 millones de pesos de inversiones de extranjeros en bonos del Gobierno mexicano, equivalentes a 6 mil 296 millones de dólares (Banxico).
Es justo mencionar que la baja de la productividad nacional por el cierre sanitario de comercios, empresas y centros de servicio, ha agudizado el problema. El FMI, según El Economista -31-03-2020- proyectó que los inversionistas extranjeros han deshecho posiciones de títulos mexicanos por 4,600 mmd, que equivalen al 0.4% del PIB del 2019 en el mismo lapso.
La crisis por la guerra petrolera entre Rusia y Arabia Saudita, provocó la caída estrepitosa del precio; en resumen, se ha devaluado en un 25%, grave para nuestra economía, que cuenta con el 'oro negro' para cubrir sus planes económicos.
Considere la inconformidad de los empresarios de México, que no han logrado alcanzar acuerdos para enfrentar, unidos al Gobierno federal, la crisis económica presente. El presidente ha denegado considerar reformas en sus políticas de ingreso, vía contribuciones.
Sume la profunda molestia de los médicos mexicanos, por el descuido a sus necesidades de salud y económicas. Valore que un estudiante de posgrado recibe un poco más de 10,000 pesos mensuales y, al inicio del sexenio, el presidente ofreció 30,000 pesos para ser chofer de Pemex. Agregue la falta de insumos de todo tipo para la operación de hospitales y el gran temor al verse desprotegidos ante el COVID-19.
Preocupante que el presidente López, haya aceptado traer cubanos, declarados como expertos para atender el problema de salud, decisión que ofende a los médicos mexicanos. ¿Vienen con propósitos de adoctrinamiento? y ¿cuál es su salario?
Egresados de universidades extranjeras son equiparados a mafiosos; ahora es criminal adquirir altas capacidades profesionales.
Nuestro primer mandatario, en su informe del domingo 5 de abril, confirmó su propósito de ayudar a los pobres, incrementar apoyos a adultos mayores, más préstamos a trabajadores del estado y recursos extraordinarios para la vivienda. La pregunta: ¿de dónde obtendrá los recursos?; la respuesta dada: 'combatiendo a la corrupción y el neoliberalismo'.
Esperábamos una motivante convocatoria para sumarnos y enfrentar la crisis; en cambio, las declaraciones mañaneras sin fundamentos comprobables, promueven el divisionismo incrementando la animadversión entre los mexicanos. Duele la respuesta oficial: "tengo otros datos".
Considerando lo expuesto, la preocupación sobre nuestro futuro inmediato es grande, en tanto el simple pragmatismo de los números no nos proporcione la posibilidad de considerar viable la mejor calidad de vida que se nos prometió.
Le pido se mantenga informado y busque elementos para calificar declaraciones y puntos de vista de todas las corrientes nacionales: luego, buscar la manera honesta de hacer política ciudadana, contribuyendo en la lucha por la salud personal, familiar y económica de todos. ¿Contamos con su compromiso honesto?
