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Laguna: irresponsabilidad ciudadana

ÉDGAR SALINAS

Uno de los peores escenarios ante la pandemia ocurre ahora en La Laguna por el cruce de tres realidades: en lo sanitario, crecimiento acelerado de contagios y saturación hospitalaria; en lo económico, precarización del ingreso en los hogares mayoritarios, negocios, empresas y sector informal urgidos de reactivación; y, en lo cívico, desacato a las indicaciones sanitarias de la autoridad.

En esta colaboración reflexiono sobre el tercer punto: la irresponsable conducta ciudadana frente a la emergencia que atravesamos pese a la triste situación y a las indicaciones de la autoridad. Ayer, en la sección Laguna, El Siglo de Torreón dio cuenta de tres ejemplos que ofrecen una imagen reprobable en lo que toca a la colaboración cívica para disminuir los efectos de la situación.

Una primera nota señaló: "Prevalecen festejos pese a alza de casos"; una segunda "Transportistas piden sancionar a usuarios que no cumplan con las medidas sanitarias"; y una tercera, "Dispersan baile masivo en Plaza de Armas". Acerca de lo primero, se reportaron 127 fiestas y eventos sociales el fin de semana con una afluencia de entre 30 y 60 personas en casas, calles, andadores y quintas habilitadas para ello. Respecto a la segundo, el transporte público ha sido catalogado como espacio de riesgo y por eso las medidas de reducir el número de personas que viajen en un mismo momento, la separación entre ellas y el uso de cubrebocas. Pero de acuerdo con la nota, "mucha" gente no acata las indicaciones. Un par de días antes se había señalado lo mismo de algunos choferes. Y en cuanto a lo tercero, en el baile masivo en la Plaza de Armas sobra decir que no se siguen las medidas y, por tradición, es realizado por personas que en su mayoría pertenecen a uno de los grupos de edad clasificados como altamente vulnerables. Añádase que el sesenta por ciento de los fallecimientos por COVID-19 en la región han sido de personas de sesenta años o más.

Estas conductas reprobables desde cualquier ángulo ponen de manifiesto que no es un tema de recursos el seguir o no las indicaciones de autoridad en esta región. Si fuera por recursos, no serían fiestas y bailes los sitios cancelados. También se suspendieron juegos deportivos, particularmente de futbol. Habría que dejar claro que la reactivación de diversas ligas profesionales implica exámenes, protocolos de higiene y rastreos que en ningún juego llanero se aplican. No porque ya estén jugando Messi y Ronaldo, o porque vaya a reanudarse la liga profesional mexicana, el futbol amateur se puede restablecer sin protocolos y cuidados.

Cuando se indicó el confinamiento y la reducción de actividades a las denominadas esenciales, se buscaba que nos cuidáramos. Con el paso de las semanas y con la investigación científica realizada, se han ido detectado prácticas, sitios y situaciones de mayor y menor riesgo. Con ello también la clave para disminuir la propagación del virus. Invariablemente, la distancia social, la higiene personal y el cubrebocas son permanentes en las mejores prácticas a nivel mundial. La reapertura de ciertas actividades y por tanto los lugares donde se desarrollan deben seguir estrictamente las medidas preventivas para evitar la propagación. Reactivar no es un llamado al descuido. Al contrario, es un llamado a recuperar gradualmente niveles de actividad económica y convivencia que permitan atender las condiciones económicas afectadas tanto en familias como en empresas, pero se trata de hacerlo con extremo cuidado para evitar mayores daños en salud y economía. De manera que reactivar actividades sin el cuidado personal y sin seguir las indicaciones básicas de prevención es estúpido y egoísta.

Dentro de los hospitales de la región hay gente a la que mujeres y hombres profesionales y auxiliares de la salud les están dedicando horas y esfuerzo para salvarles la vida. Con ello se colocan en situación de riesgo y también a sus familias. Es insolidario no echarles una mano acá afuera al menos con nuestra conducta y cuidados preventivos. Reactivar implica responsabilidad: higiene, distancia, cubrebocas y no hacer cosas estúpidas.

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Escrito en: editorial Edgar Salinas

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