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Las palabras tienen la palabra

El chivo expiatorio

Juan Recaredo

Todos sabemos qué es un chivo… bueno, casi todos, porque algunos chavos de hoy, de plano, nunca los han visto. El chivo es un cabrito, la cría de la cabra y debe su nombre a una onomatopeya, o sea, a la imitación de un sonido. ¿Cuál sonido? Pues al de chib o chiv, que son palabras surgidas de este sonido con el que se le llamaba a la cría macho de la cabra, o sea, al cabrito. Ya cuando el cabrito crece y alcanza su mayor tamaño, deja de ser cabrito para convertirse en un cabrón, o sea, en una cabra macho grandota.

Muchas expresiones han salido de los chivos, bueno, de esta palabra. La primera que se me viene a la mente es de cuando "le hacen de chivo los tamales" a una persona, que quiere decir que le están engañando, sobre todo si se trata de una pareja y uno de sus integrantes le es infiel al otro. ¿Cómo surgió tal frase? Pues no hay un origen "oficial", pero basta un poquito de imaginación para entender que alguna vez, alguien (alguna señora, por ejemplo) estaba haciendo unos tamalitos pero, a falta de carne de puerco, se le ocurrió rellenarlos con carne de chivo (que de esa sí tenía), mas no le informó a su esposo, quien se echó sus tamalitos sin siquiera sospechar que le habían engañado con los tamales, que eran de carne de chivo y no de puerco.

También conocemos la frase del "chivo expiatorio", que se usa cuando en una sola persona recae toda la culpa de algo malo que muchos otros hicieron, incluso hay veces que el chivo ni siquiera estuvo involucrado en los "ilícitos" o sea, en los delitos. El chivo expiatorio originalmente era un cabrón (de nuevo: una cabra macho ya crecidito) y se usaba en un antiguo rito de los judíos para limpiar sus pecados. De hecho, el chivo expiatorio en realidad eran dos animalitos. Se hacía un sorteo para decidir lo que le tocaría a cada chivo: a uno de ellos se le cortaba la cabeza en ofrenda a Yahveh (Jehová, Dios) y el otro chivo (o cabrito) era liberado… "¡qué padre, ya me salvé!" Pensaría el "suertudo" chivito, pero lo malo es que era liberado en el desierto, en donde moriría de hambre y sed… ¡ah, qué gachos! El segundo pobre cabrito moría sufriendo aún más que el primero, pero con esto, los judíos quedaban libres de todo pecado, listos para cometer algunos más, sólo si fuera necesario, por supuesto.

"¡Mira qué bonito niño!" Le dice uno al chamaco y éste no aguanta el piropo y se esconde todo "chiveado" tras el pantalón de su madre. Así es como en México creamos y usamos el verbo "chivear" como sinónimo de "avergonzarse", o bien, de asustarse y huir, como lo hacen generalmente los chivos.

Las cosas que uno compra y que no son indispensables son "chivas" y por eso no es raro que te diga tu esposa que ya es hora de que saques tus chivas del clóset porque ya no hay espacio.

Y a propósito de espacio, el de este comentario se ha terminado, así que ahora me despido de usted y me voy a otro lado… con todo y chivas.

Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios.

ME PREGUNTA:

Juanita Ledezma: "Una conocida mía es astróloga y ella dice que se dedica a 'astrologar', ¿es correcto el verbo?"

LE RESPONDO:

Sí, es correcto, aunque es un verbo que prácticamente no se usa y dentro de poco, si sigue sin usarse, desaparecerá de los diccionarios.

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA:

El que esté libre de pecado, que vaya a pecar… todavía hay tiempo.

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