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Las palabras tienen la palabra

Un lenguaje que no es español

Juan Recaredo

Una amiga mía que no habla español sabía que yo le sé un poco a esta "onda" del lenguaje, así que amablemente me pidió que le explicara algunas palabras en español que no entendía. Of course! le dije, o sea: ¡Claro que órale ya vas! My pleasure, todavía le rematé con mi inglés muy estilizado.

Entonces me mostró el escrito y francamente me horroricé. Se lo transcribo, querido lector:

Recordaba aquellas horas de garufa cuando minga de laburo se pasaba,

meta punga, al codillo escolaseaba y a los burros se ligaba un metejón.

Cuando no era tan junado por los tiras la lanceaba sin tener el manyamiento ,una mina le solfeaba todo el vento y jugó con su pasión.

Me quedé helado. Ahora sí que no entendía not even a potato, o sea, ni papa. Después me enteré de que era una broma de unos compañeros argentinos que le habían endilgado a la pobre chica un tango de esos que ni los académicos, con toda su sapiencia, alcanzan a entender.

En realidad, aquello prácticamente no era español. Bueno… sí pero no. Era lunfardo, el lenguaje de las clases más bajas de Buenos Aires y que ha dado pie a la letra de muchos tangos. Éste es uno de ellos y tratando de descifrarlo nos convencemos de que no podemos encasillar al idioma español en una sola versión. Hay el español argentino, el español mexicano y muchos más, muy diferentes entre sí.

El tango de referencia se llama El Ciruja y cuando se pone uno a escudriñarlo encuentra una que otra palabra reconocible, por ejemplo el laburu que es el laboro, el trabajo y también los tiras, que son los policías. Pero descifrarlo palabra por palabra está en chino… digo, bueno, está en lunfardo.

De todas maneras, lo investigamos y encontramos una traducción aproximada de esa parte de "El piruja" que sería la siguiente: Recordaba aquellas horas de diversión cuando salía del trabajo con los bolsillos vacíos y robaba dinero que apostaba y perdía y sacaba dinero de los bolsillos de otros que la amante de turno se gastaba.

Aún en el lenguaje cotidiano, los "chés" usan muchas palabras que nosotros no utilizamos y viceversa. Ellos dicen boludo por tonto, patoteros por montoneros, colectivo por camión de pasajeros, palta por aguacate, cargoso por latoso y a una película mala, en lugar de churro le dicen porro.

El chipi chipi en su tierra es garúa, los chaparros son petisos, las pantimedias son medibachas, los papalotes barriletes y en lugar de "móchate", los argentinos acostumbran a decir: "ponete con la guita".

Así de variado es el español.

Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios.

ME PREGUNTA:

Joel González: ¿Qué es más correcto decir: chicle o goma de mascar?

LE RESPONDO:

Goma de mascar es un vocablo que inventaron los españoles. El chicle surgió en México y deriva del nombre náhuatl sictli, así que yo creo que "chicle" es más adecuado para nosotros.

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA:

Tanto peca el que mata la vaca, como el que mete la pata.

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