La batalla contra la pandemia en Torreón

Hace poco más de tres meses, el 29 de febrero, el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme, confirmó el primer caso de COVID-19 en la entidad, el cual fue detectado en el municipio de Torreón, en una mujer de 20 años.

"Sin alertar a la población, nos acaban de confirmar un caso en Torreón ya verificado por el Sistema de Salud Nacional, un caso positivo que ya se tiene aislado. Es una mujer de 20 años, la cual entre enero y febrero estuvo en Milán, Italia. Ella regresó el martes 25 de febrero y a los dos días inició con los síntomas", dijo en aquella fecha el mandatario.

Desde entonces, la ciudad ha atravesado por un largo camino que ha significado enfrentar el cierre de la actividad económica, educativa, cultural y social, además de convertirse en el municipio con más contagios a nivel estatal.

PRIMERAS REACCIONES

Apenas unos días después de confirmado el primer caso en Torreón, las ventas de productos sanitarios como papel higiénico, gel antibacterial y cubrebocas, entre otros, empezaron a incrementarse hasta llegar al desabasto en algunos comercios.

Al mismo tiempo, autoridades estatales establecieron reuniones interinstitucionales con personal de Salud y empresarios, teniendo lugar la primera de estas el 2 de marzo.

A nivel municipal, la instrucción del 4 de marzo fue que el personal del Ayuntamiento reforzara acciones preventivas con uso de gel antibacterial y cubrebocas.

Los eventos masivos que estaban programados, entre ellos conciertos, siguieron en pie, aunque sí se suspendieron desde el 16 de marzo tanto el operativo Alcoholímetro como las brigadas de Acción Social.

ENFRENTANDO AL VIRUS

Mientras se incrementaban los casos de COVID-19 a nivel nacional, aunque Torreón se mantenía estable, desde el 17 de marzo iniciaron acciones que impactaron directamente la vida diaria de la ciudad, como el adelanto de vacaciones en las instituciones educativas y la cancelación de celebraciones religiosas por parte de la Diócesis, que encabezaría una Semana Santa a puerta cerrada y cerraría todos sus templos el 26 de marzo.

En la parte económica, también empezaron a vivirse escenarios como bajas ventas y el cierre -voluntario o derivado de la pandemia- de algunos establecimientos, como la Plaza de la Tecnología, el pasado 1 de abril.

El 5 de ese mes, Torreón apenas tenía 10 contagios confirmados, pero ya se trabajaba desde un día antes en la reconversión de hospitales como la Clínica 18 del IMSS para atender a pacientes con COVID-19.

MÁS CONTAGIOS Y DECESOS

El 13 de abril se confirmó el contagio de un agente de Tránsito y Vialidad municipal, lo que supuso enviar a cuarentena a cuatro de sus compañeros.

El mismo día arrancó el Operativo de Contingencia por COVID-19 en Torreón y a la mañana siguiente se anunció que hospitales privados de la región se sumaban a un convenio de atención médica previamente dado a conocer por autoridades federales.

Ese 14 de abril, también se reportó el primer deceso por el nuevo coronavirus en la ciudad, el cual ocurrió en un hombre de 55 años, que formaba parte de los 24 enfermos hasta el momento.

Para el 17 de abril, se dio a conocer que una trabajadora del ISSSTE había dado positivo y 4 jornadas después llegó el anuncio federal del inicio de la fase 3 del COVID-19 en México, la cual en primera instancia no tuvo mayor impacto en los ciudadanos, aunque sí en las acciones municipales y estatales, que derivaron en la inhabilitación de espacios públicos a partir del 23 de abril.

En ese contexto, el gobernador Miguel Riquelme emitió un decreto endureciendo algunas medidas restrictivas para frenar los contagios, lo cual generó algunos roces entre su administración y las autoridades locales.

Más tarde, el 27 de abril, fue confirmado el virus en un trabajador de la presidencia de Torreón y dos días después los contagios siguieron incrementándose hasta posicionar a la ciudad en segundo lugar estatal, solo por debajo de Monclova.

EPICENTRO EN COAHUILA

Con el registro de más de 100 casos en La Laguna -tanto de la parte de Coahuila como de Durango-, el 1 de mayo, Torreón se encaminaba a una alza más pronunciada en la enfermedad, la cual encendió alarmas el 7 de ese mes, en que se confirmaron 9 casos en el la Clínica 16 del IMSS, generando preocupación por no repetir lo ocurrido en la Clínica 7 de Monclova.

Aunque no se consideró un brote lo del HGZ 16, la tranquilidad no pudo ser total en la ciudad, pues el 9 de mayo se superaron los 100 casos del nuevo coronavirus.

Ante esto, 10 días más tarde se hizo el anuncio estatal de una campaña para realizar pruebas aleatorias para detectar la enfermedad, la cual arrancó el 24 de mayo y, aunque se pretendió volverla regional, no tuvo el apoyo de la administración lerdense.

Pasando cuatro jornadas, el día 28, La Laguna como región rebasó los 500 positivos al virus.

Torreón, por su parte, ya tenía 326 contagios para el 30 de mayo, fecha en que superó a Monclova y llegó a encabezar la lista de los municipios más afectados por la enfermedad a nivel estatal.

ÚLTIMO MES

El último mes no ha estado exento de preocupación gubernamental y sanitaria por el avance de la enfermedad en la ciudad, ya que llegó en su primer día con el fallecimiento de un tránsito municipal por COVID-19.

Junio también ha traído escenarios como dos médicos más enfermos en el ISSSTE Torreón, el día 4, y ver a la Región Lagunera ir más allá de los mil contagios el 8 de junio.

Otras consecuencias del virus han sido el fallecimiento por COVID-19 del primer médico en la ciudad, lo que ocurrió el 9 de junio, mismo día en que se anunció que la Clínica 16 se encontraba al 92% de su capacidad para atender a pacientes con la enfermedad.

Esta situación en tal hospital del IMSS llevó a las autoridades estatales a entablar pláticas para reconvertir otra clínica, la del Magisterio, en un hospital COVID, enmarcándose en que para el 11 de junio, Torreón rebasaba los 500 positivos.

Tan solo transcurridos cinco días, al corte de las 19:00 horas de ayer 15 de junio, la ciudad ya totalizaba 704 contagios y 19 decesos; ante este escenario, autoridades estatales advirtieron que la reapertura económica no se detendrá, pero será paulatina, analizándose en los próximos días el reinicio de actividades en giros como los gimnasios, aunque otros como los restaurantes bar seguirán quedando pendientes.