DUALIDAD. Los diseños de Homero Cortéz buscan un punto de encuentro entre ambos sexos. (CORTESÍA)
Homero Cortéz pasó su infancia en casa de sus abuelos, en un pueblo de Sonora. Allí se dieron los indicios de lo que sería su destino, pues el oficio de costurera que ejercía su abuela lo mantuvo en contacto la máquina de coser. Homero recuerda el sonido de las tijeras al cortar las telas o las texturas de las mismas que se confeccionaban en una nueva prenda, cada que a su abuela le encargaban realizar un vestido de novia u otro tipo de vestimenta más casual.
"A mí siempre me tocaba verla al momento de estar cortando las telas, haciendo los patronajes, de estar cosiendo. Entonces, creo que eso se me ha quedado grabado desde el principio: el escuchar la máquina en las mañanas y el sonido de las tijeras al cortar la tela en la mesa".
Pero fue hasta la secundaria cuando Homero se dio cuenta conscientemente de su vocación. Allí tuvo la noción de que quería ser diseñador de modas, pues descubrió la existencia de una carrera profesional para poder dedicarse a lo que más le apasionaba.
Con pluma y papel, Homero comenzó a trazar los diseños que emergían en su cabeza. La práctica fue un gesto fundamental. Su búsqueda trataba de encontrar nuevas formas de recrear sus prendas, hasta establecer una visión unisex.
"Comienzo a trabajar con ropa de ropa y veo que también a las mujeres les comienza a gustar ese tipo de ropa. Pienso que a lo mejor las siluetas que estoy usando no sólo funcionan para hombres, sino que también mujeres las podrían usar".
Así, Cortéz comenzó a crear chamarras para ambos sexos, colocó bordados y pedrerías. Así dotó a sus prendas de una sincera característica que lo acercaba a su expresión. Pues para él, el arte proviene de lo más profundo del ser humano y es influenciado por la sociedad, por la vida o por el sentir.
"Muchas de las cosas que siento o que veo a mi alrededor, trato de plasmarlas diseñando mis piezas. O al momento de estar creando mis bordados, porque es algo que caracteriza a mi marca. Siento muchas veces que una de mis emociones puede estar plasmada al momento de que alguien use una de mis prendas".
Así, el bordado también juega un papel sumamente importante en sus prendas. El diseñador sonorense recalca que lleva la pieza básica más allá de lo que él o la gente quiere.
"Si hice una chamarra muy básica, puede llegar a ser mucho más con una pedrería o con algún bordado de algo sobre lo que estés pensando, lo que tú querías plasmar. O una chamarra que tal vez has visto muchas veces. Siempre es marcar la diferencia, porque un bordado hecho a mano nunca va a ser igual que otro, no va a tener el mismo patrón".
Por eso menciona que cada pieza es única y original, pues cada bordado no se repite y las manos que lo crean pertenecen a una mente distinta. Su inspiración es la propia libertad.
Actualmente, ante la contingencia Homero Cortéz trabaja en prendas más básicas, con toques de bordado, que puedan usarse en casa durante el verano o emplearse al momento de comprar víveres. Para ello labora con telas livianas como algodón o linos, en colores pasteles y tierra.
"Es algo que tenemos que tomar en cuenta, no simplemente en la moda, sino en todo lo que estamos viviendo. Porque también estar todo el día en pijama puede bajar un poco el ánimo. Entonces, es trabajar en piezas que sean adecuadas para que estés en tu casa o que te hagan sentir a gusto. Porque siento que este momento la ropa debe ser una segunda piel y debes sentirte a gusto con ella".
