Inicialmente arribaron dos unidades de la Policía Municipal y cuando la gente los retuvo, pidieron más unidades. (EL SIGLO DE TORREÓN)
La tarde del domingo, habitantes de los ejidos del norte de Matamoros, que se encuentran aledaños a Coyote, estuvieron a punto de linchar a elementos de la Policía Municipal, luego de que llegaran para clausurar un expendio de cerveza y llevarse a una persona detenida en el ejido El Fénix.
Fueron cerca de 300 personas las que inicialmente se enfrentaron a los uniformados que llegaron en dos unidades y rodearon una patrulla, colocando incluso piedras en las llantas para inmovilizarlos.
Los agentes fueron obligados a mantenerse encerrados en la unidad y al verse rebasados, pidieron el apoyo de más compañeros, por lo que arribaron al menos 12 unidades, incluyendo al Grupo de Reacción Matamoros (GROM), a quienes los inconformes amenazaron con armar una trifulca si no les entregaban al detenido, pero la situación se pudo controlar.
"La gente ya está cansada de cómo los están tratando y todo porque los manda el primo del alcalde, que es el que quiere controlar la venta de alcohol. Estamos conscientes de que no se debe vender cerveza los domingos, pero tampoco pueden ser juez y parte, porque a nosotros sí nos castigan y el alcalde y su familia también tienen negocios de cerveza y ellos sí pueden vender", señaló Jorge Gaytán Martínez, quien administra el expendio. Añadió que los oficiales trataron de clausurar y de vaciar el negocio, llevándose todo el producto.
"Que hagan las cosas bien, que lleguen y clausuren, que se haga el acta y que se ponga la multa, pero ¿por que se quieren llevar todo? En los 18 meses que lleva el alcalde Horacio Piña me han quitado fácilmente como 200 mil pesos en producto y hasta ahorita no sabemos en dónde quedó y en todos lados es igual, menos con la gente a la que ellos les entregaron los permisos, porque como le digo, quien mueve todo lo de la venta de alcohol es el primo", recalcó
Los oficiales se resistieron a la exigencia de los manifestantes pero al amenazarlos con quemar la caseta policiaca que está en el sector y también la propia patrulla, finalmente tuvieron que ceder.
"La gente ya estaba a punto de apedrear una patrulla, de prenderle fuego y hacer lo mismo a la caseta, pero afortunadamente lograron entrar en razón, porque también les dijimos que al final de cuentas los policías son empleados, reciben órdenes, tampoco es su culpa", finalizó Gaytán.
