DICHOS DE SOR JUANA
ES DOBLE EL NECIO
QUE, SOBRE NECIO, QUIERE
OSTENTAR SERLO
A veces la arrogancia en algunas personas es tanta que no les importa que se les juzgue tontas. Por tontería se desdeña lo que no se comprende o no se está habilitado para aceptar; pero además con frecuencia la incomprensión y la incompetencia se hacen acompañar de la altanería. Sólo un altanero puede querer exhibirse como necio, es decir, como tonto, como ignorante. Pero sucede. El necio que se exhibe como tal es el que dice que a él no le hace falta leer; el que afirma que no necesita estudiar eso; el que desprecia ver la película que todos aceptan como valiosa; el que considera que asistir a ciertos lugares lo demerita; el que no usa lo que los demás usan porque cree que se masifica; dicho de otra manera, el necio que se ostenta es quien se cree especial y mira por encima del hombro y sonríe desdeñoso.
Sor Juana escribe el proverbio que sirve de tema a estas líneas en la tercera loa que escribe para otro cumpleaños del rey Carlos de España. Lo pone en boca del dúo de los personajes llamados Cielo y Música, quienes han debido convencer al personaje Tiempo de que ese día es mayor que los otros. Al irse persuadiendo de la razón de los otros personajes, Tiempo se disculpa con cuatro versos que, por cierto, contienen otro proverbio que el lector sabrá encontrar: "por parecerme a algunos / que neciamente vanos / todo lo que no alcanzan / a comprender, condenan por errado".
Pero hay que volver a los versos y a la sentencia del tema para decir que quizá cerca pululan personas vacías, necias, altaneras y arrogantes, a quienes conviene soltar los versos que provee La Americana Fénix. Sor Juana dice: "es doble el necio / que, sobre necio, quiere ostentar serlo".