EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Vuelta al trabajo

No hagas cosas buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

Si las cuestionadas cifras que presenta el Gobierno federal acerca del número de contagiados, recuperados y fallecidos fueran certeros, en verdad que parece que lo peor de la pandemia cede y que la vuelta a la normalidad paulatinamente se irá dando; empezará a ser momento de evaluar en carne propia la devastación económica que ha causado en el mundo y en México.

La decisión del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de no recurrir a mayor endeudamiento (porque eso de que este Gobierno no toma financiamiento no es exacto) para aplicar políticas expansionistas para generar mayor dinamismo en la actividad económica por supuesto que ha generado más polarización de la que ya prevalecía en el ambiente político nacional.

Los postulados del presidente de pensar que inyectarle recursos al aparato productivo es sinónimo del FOBAPROA (aquel multimillonario rescate financiero en la crisis de 1995 donde muchos delincuentes de cuello blanco aprovecharon también para desfalcar el erario) ha condenado a todos los mexicanos a privarnos la opción de aplicarle anabólicos a la economía con las consecuencias que han de verse, ya sean positivas o negativas; aunque en el mundo occidental todos han optado por sí endeudar y propiciar flujo y actividad, AMLO dijo que no.

Cierto es que el propio Andrés Manuel ha anunciado créditos hasta de 60 mil millones de pesos (1 % apenas del presupuesto federal y 0.25 % de PIB nacional) para micro y pequeños empresarios, donde se encuentran la mayoría de la población de bajos ingresos y es donde se genera la gran masa de empleos en el país. Los especialistas coinciden en que si bien eso podría paliar temporalmente la gravísima crisis que el COVID-19 ha generado, la estrategia no será ni remotamente suficiente.

Ojalá la obstinación del presidente nos lleve al mejor puerto posible en esta hecatombe mundial, pero por lo pronto las señales de la reapertura están ya dadas. Se logró que se incluyera en la declaración de actividades esenciales la construcción, la minería y la industria automotriz.

Que la construcción se reactive significa que se retoma un sector que atraviesa todas las áreas económicas y que por lo tanto auxiliará significativamente; la minería es fuente de riqueza por su propia naturaleza y también aportará a la urgente necesidad de mover el ciclo económico.

El ramo automotriz se abrirá impulsado por la presión de los Estados Unidos, donde su industria está ya también reactivándose y eso arrastra en esta ocasión por fortuna a esta importante palanca de riqueza de México. Miles de empleos bien remunerados dependen de las armadoras y proveedores de las mismas que operan en diversas latitudes de la geografía mexicana, destacando el estado de Guanajuato, Aguascalientes, Puebla, Chihuahua, Nuevo León, Sonora y por supuesto Coahuila, particularmente en la región sureste.

En la misma tesitura de la reapertura, los Gobiernos de Coahuila y Durango, quienes legalmente son las autoridades competentes para decretar tanto el cierre como la vuelta a trabajar en sus territorios, están, claro, ya informando de las fases en que se habrá de volver en sus respectivos territorios.

Durango, con datos aún más cuestionables de infecciones de COVID que los de López-Gatell (por cada duranguense con COVID-19, en Coahuila hay 5.4 más, cuando la diferencia poblacional es de apenas 1.6 veces de diferencia, esto quiere decir que aun con la ponderación de las cifras en Coahuila hay casi 4 veces más infectados que sus vecinos), podrá reactivar casi de manera simultánea sus 39 municipios.

No así en Coahuila, donde el Gobierno local determinó irse por regiones, comenzando por la Carbonífera y Norte, donde destacan Piedras Negra, Acuña, Sabinas y Múzquiz; seguirá la Centro o Desierto, donde Monclova es el principal centro poblacional, luego el sureste, con la capital Saltillo y Ramos Arizpe. Al último la Comarca Lagunera.

Bueno, pues que ya, aunque tenue, desde el lunes que entra ya poco a poco se empezará a activar. Llama la atención que en el caso coahuilense Torreón se deje a la saga; quizá haya toda una justificación técnica para hacerlo, y no sea por razones de rispideces entre el Gobierno municipal de Zermeño y el Estado, pero al final es secundario. Hay que hacer votos para que la vuelta al trabajo sea exitosa y la crisis que ya llegó no sea tan grave como todo lo apunta.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: NO HAGAS COSAS BUENAS...

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1702817

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx