Oscar tiene 19 años y quien ha visto cambiar de la noche a la mañana su rutina habitual de ir a la escuela, platicar con amigos, ir a su taller de robótica los viernes por la tarde y cenar su hamburguesa. La historia sería similar a otros, sin embargo, el joven tiene autismo. (ARCHIVO)
Oscar tiene 19 años y quien ha visto cambiar de la noche a la mañana su rutina habitual de ir a la escuela, platicar con amigos, ir a su taller de robótica los viernes por la tarde y cenar su hamburguesa. La historia sería similar a otros, sin embargo, el joven tiene autismo.
El aislamiento obligado de estar en casa debido al COVID-19 está afectado también a las personas que tienen esta condición de vida, dado que quienes tienen autismo tienen una rutina muy precisa de las cosas que hacen diariamente, la cual no puede cambiarse bruscamente.