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¿Cuánto presidencialismo?

ALBERTO AZIZ NASSIF

En el régimen priista, de acuerdo con Daniel Cossío Villegas, había dos instituciones que estructuraban el sistema político en México: la presidencia de la República y el partido oficial. Este presupuesto pertenece al pasado, pero ha vuelto a cobrar vida después de la sucesión presidencial de 2018. ¿Hemos regresado a ese mundo o resulta prácticamente imposible en las condiciones actuales aplicar el mismo argumento?

Con la emergencia del COVID-19 AMLO ha tenido iniciativas, decretos, que han sido fuertemente cuestionadas, sobre todo la que se refiere a la capacidad del ejecutivo para modificar el presupuesto federal, sin la autorización del Congreso de la Unión. Los fantasmas del autoritarismo se han paseado por la opinión pública y la lucha parlamentaria ha subido el nivel. Cuando deberían ser tiempos de unidad y solidaridad para enfrentar la crisis sanitaria, lo que tenemos es una confrontación entre la coalición gobernante y la coalición opositora.

El proyecto para darle al ejecutivo facultades extraordinarias sobre cambios al presupuesto ha puesto en guardia a toda la oposición, que se ha unificado para impedir esa reforma. Dentro de Morena la voz disidente ha sido la del diputado Porfirio Muñoz Ledo, que ha armado el mejor argumento en contra de esa reforma: ha dicho que no es necesaria y que lastimaría las funciones del poder legislativo. El viernes 1º se decidió no convocar a un periodo extraordinario de sesiones bajo el argumento de que era necesario respetar la cuarentena ahora que atravesamos la parte más critica de la pandemia, y Morena decidió no convocar a ese periodo. Pero queda la duda: posiblemente la coalición gobernante no hubiera conseguido los votos necesarios. Ante esta cancelación, AMLO dijo que no importaba porque había márgenes legales para reacomodar el presupuesto.

En el ámbito gubernamental se observan que la división de poderes y los equilibrios también están afectados por la emergencia. Hay un predominio del poder ejecutivo, porque es el que sigue operando para instrumentar las políticas públicas. La Suprema Corte de Justicia de la Nación trabaja por la vía online, pero ha perdido presencia y el Congreso de la Unión está con una actividad mínima en la Comisión Permanente. La presidencia se mantiene activa y tiene mucha presencia mediática y en redes sociales. A pesar de las críticas que recibe AMLO sobre algunas declaraciones polémicas, sigue siendo una figura que marca la agenda, como sucede en cualquier país que atraviesa por una emergencia. Quizá por eso la aprobación presidencial recuperó 8%, y pasó de 60 a 68% según la encuesta de El Financiero (4/V/2020).

En estos días, hubo una extraña reacción de AMLO ante el plan de financiamiento que algunos grupos empresariales obtuvieron con el BID para apoyar a las Pymes, porque pensó que implicaba endeudamiento público, lo cual no era cierto y, por lo tanto, quedó ponchado en la base, como se diría en el beisbol. Este es sólo un ejemplo de las tensiones que ha habido entre empresarios y presidencia. Por otra parte, las élites políticas -agrupadas en los partidos de oposición- no logran encontrar la vía para enfrentar a su adversario, pero mantienen el sueño de ganar la mayoría en la cámara de diputados en el 2021. Sin duda, la pandemia será un factor importante a la hora de votar.

En las opiniones ciudadanas, se observan los estragos que ha generado la enfermedad, sobre todo en la parte económica. Se puede reconocer el pesimismo que existe en este momento por las consecuencias de la pandemia. El ánimo ciudadano está bastante caído: un 70% espera una disminución de su ingreso; un 69% espera que algún integrante de su hogar pierda el trabajo y un 62% considera probable que haya desabasto de alimentos (Buendía & Laredo, abril 2020).

La presidencia y el partido gobernante ya no son las dos piezas fundamentales del sistema político, sobre todo por la pluralidad y la complejidad del país. Sin embargo, la debilidad de los otros poderes y de la coalición opositora producen un efecto de disminución de los otros actores. ¿Cuánto presidencialismo necesita la democracia en México?

Twitter: @AzizNassif

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Escrito en: Editorial Alberto Aziz Nassif

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