EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Sin Banxico quizá estaríamos perdidos

Sin lugar a dudas

PATRICIO DE LA FUENTE
"Antes cuando existían monarquías en Venezuela se podía hablar y pensar de mandatos indefinidos, no es el caso en una república".— María Corina Machado

Juan Gabriel decía que lo que se ve no se pregunta. Desde el inicio, las baterías del ala radical -distingo radical de otros grupos que se disputan el poder- porque la 4T también cuenta con voces sensatas y muy preparadas. Tal club ideológico, el radical, dedica tiempo y energía queriendo debilitar a los organismos independientes y autónomos.

Nuestra incipiente democracia está sustentada en dichos contrapesos que tantos años, esfuerzo y vidas cobró y que ahora, algunos buscan destruir. Por ello, ante tal cáncer de adoctrinamiento que se alimenta con los romanticismos de aquella izquierda setentera y trasnochada que poco o nada entiende de generación de empleos, nosotros propongamos soluciones. Eso se logra presionando, desde todos los frentes, para que se elabore un plan integral de rescate que incluya a todos los sectores y liderazgos sociales y productivos.

Dicho grupo radical pretende acallar a la sociedad civil. Algunos, en su desmemoria, olvidan que fue precisamente dicha sociedad civil la que propició y votó por los gobiernos de izquierda. Cabe recordar que a partir de Cuauhtémoc Cárdenas hacia 1997, la Ciudad de México ha sido gobernada por grupos progresistas. Con sus bemoles y asegunes, los capitalinos se encuentran satisfechos con dichas administraciones y el saldo es francamente positivo. Ello, entre otros factores, propició el triunfo de un proyecto de nación en particular. Por desgracia, los buenos oficios del ala moderada en la que incluyo a Marcelo Ebrard y a Alfonso Romo por citar dos ejemplos, no bastan ni son suficientes para parar en seco a los radicales.

Miles de ciudadanos sienten, con justificada razón, que fueron agraviados y engañados. Qué decir de un sector muy importante de la prensa y de intelectuales que han sido menospreciados por el ala radical que menciono, a pesar que desde siempre lucharon por la alternancia democrática en nuestro país.

Como ejemplos de la ignominia, que es amplia, basta citar lo ocurrido en la Comisión Nacional de Derechos Humanos, hoy presidida por la persona menos indicada para encabezarla. La televisión pública está repleta de programas y segmentos que hacen apología al régimen como si viviéramos en Cuba, Venezuela, Bolivia en tiempos de Evo o Corea del Norte. ¿O qué decir de Notimex, agencia estatal de noticias, en ocasiones más ocupada en elaborar efemérides marxistas que a otra cosa? No hablemos de la situación en que se encuentra la cultura, la falta de estímulos y apoyos a los creadores, el raquítico presupuesto -antes de la pandemia- destinado a la investigación y a la ciencia. Por fortuna, el ánimo pontificador de dicha ala radical que se conduce como secta, no ha podido ni podrá violentar a otras autonomías en las que destacadamente se encuentra el Banco de México.

Banco de México, además de contar en sus filas con muchas de las mujeres y hombres más preparados del país, es un organismo independiente que privilegia el servicio profesional de carrera por encima de las cuotas y los cuates a las que a menudo sucumben nuestros políticos. Banxico fue blindado para no ser sujeto a caprichos ideológicos ni ánimos revanchistas. De otra suerte, alguien ya habría propuesto a John Ackerman como gobernador del mismo.

Las perspectivas financieras y los pronósticos son desoladores, sin embargo, mientras el Gobierno de la República continúa sin convocar a los sectores productivos para elaborar un plan de rescate serio e integral -el titular de Hacienda dijo que ya merito lo saca- o el presidente se mantiene en el supuesto de que todo se puede resolver recortando aun más el gasto público mediante la eliminación de subsecretarías, ayer Banxico emitió un boletín que fue muy bien recibido por la solidez y seriedad de las medidas que anuncia. Cabe decir que dichas medidas no resolverán por sí solas la crisis, pero representan un bálsamo de inteligencia en medio del mar de insensatez y ocurrencias que emanan de unos pocos.

Hasta ahora, los planes de López Obrador se encuentran plagados de un fuerte tufo ideológico, electorero y cortoplacista. Es necesario que el presidente escuche a quienes saben para no repetir la trágica historia de Luis Echeverría, aquel que sintiéndose todopoderoso anunció que la economía "se manejaba desde Los Pinos", luego corrió a su secretario de Hacienda, después quiso hacerla de todólogo y al final así le fue al país.

Porque hoy y a partir de los propios dichos del mandatario en turno, tal "plan de rescate" se asemeja a un champurrado y copy-paste de la Cartilla Moral, el libro de economía, según López Obrador, y los panfletos de Morena. ¿Dónde está la necesaria coordinación entre Hacienda y Banco de México cuando más se necesita?

Vale la pena revisar, íntegro, el anuncio de Banco de México. Entre las medidas que destaca, cabe mencionar la facilidad de financiamiento a instituciones de banca múltiple garantizada con créditos a corporativos para el financiamiento de la micro, pequeña y mediana empresa y la provisión de recursos a instituciones bancarias para canalizar crédito a micro, pequeñas y medianas empresas y a personas afectadas por la pandemia.

Twitter @patoloquasto

Facebook: Patricio de la Fuente GK

Instagram @patoloquasto

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: sin lugar a dudas

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1696526

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx