Columnas Social columnas editoriales SOCIALES

Circunstancias

Mtro. Francisco Pineda

UNA PANDEMIA AFECTA A UNA SOCIEDAD EN DIFERENTES FORMAS, UNA DE ELLAS ES LA SALUD MENTAL DE LA GENTE

Con cierta cautela he estado siguiendo la información relacionada al Coronavirus que se está viviendo a nivel mundial. He estado leyendo y escuchando sobre el impacto que el virus está teniendo a niveles de salud y socioeconómico en los diferentes medios de comunicación, incluyendo las noticias de televisión, radio, internet y algunos periódicos de México y los Estados Unidos. La educación y recomendaciones facilitadas por estos medios respecto a la prevención y tratamiento de la enfermedad, han sido de gran ayuda para estar preparado en caso de una emergencia personal.

También he notado la propagación de información por parte de las redes sociales. Información que en general me ha parecido importante y útil, pero en otros casos, con contenido distorsionado, de poca utilidad, y francamente, irresponsable. Información que para muchos parece confusa, conspirativa, y en ocasiones de mal gusto. El Director de la Organización Mundial de la Salud, el Dr. Tedros Adhanom, afirma que "una pandemia no es una palabra para usar a la ligera o descuidadamente, ya que puede causar miedo irrazonable" (Noticias ONU, marzo 11, 2020).

A la fecha, el tema del Coronavirus ha sido abordado por los medios de comunicación con frecuencia, específicamente desde un punto de vista médico y socioeconómico, lo cual ha sido de apoyo para la gran mayoría. Sin embargo, el temor asociado con la condición altamente contagiosa también ha estado creando problemas en el área de la salud mental de la gente, lo que ha creado estrés y pánico. El tópico se ha tocado, pero no a un buen nivel ideal de profundidad. A nivel internacional, las preocupaciones con el esparcimiento de una enfermedad contagiosa mas allá de las fronteras de los países, han sido la desconexión entre ellos lo cual está afectando directamente sus economías y estabilidad social, incluyendo un aislamiento debido al cierre de sus fronteras.

A nivel interno los países severamente impactados están batallando con recursos, además del aislamiento ya mencionado provocado por el distanciamiento social recomendado por las autoridades medicas y gubernamentales. Varias de estas naciones están anunciando cierres de tiendas, iglesias, salas de cines, escuelas y universidades, cancelación de conciertos y juegos deportivos, y los hospitales están sufriendo limitaciones de espacio, equipo, y personal médico. La aglomeración de viajeros provenientes de otros países, esperando a ser examinado en lo aeropuertos por muchas horas para ser admitido a su país de origen, o esperar en una fila muy larga para comprar alimentos en el supermercado, están siendo factores de estrés y ansiedad intensa. Medidas estrictas diseñadas con el objetivo de frenar el virus y controlar sus epidemias.

Estos temores por supuesto se intensifican en personas predispuestas a síntomas relacionados a ansiedad, depresión, compulsiones obsesivas, y episodios psicóticos como en casos de esquizofrenia y trastorno bipolar. En personas consideradas "normales", las reacciones difieren dependiendo de su carácter, nivel de madurez cronológica y emocional, y su ocupación, por ejemplo individuos que se preocupan demasiado por la posibilidad de ser contagiado debido a la tendencia a angustiarse fácilmente, o tener un trabajo que involucra proximidad muy cercana con otros. O bien, gente que subestima e ignora el impacto de una pandemia al decir que "ellos no se van a contagiar", o que esto es "una crisis pasajera que desaparecerá por si sola en cualquier momento" y que, como un resfriado común, hay que cuidarse sin exageración, ni privarse de privilegios. Conductas mostradas por individuos quienes no tienen un entendimiento claro, o concientización de la situación, y que muchos llamamos "valemadrismo." Otros simplemente se preocupan justificadamente sobre ellos mismos o algún ser querido, sobre todo los mayores de edad, de ser infectados.

De acuerdo a los médicos consultados, incluyendo un doctor lagunero experimentado, el Dr. Lorenzo Rodríguez Arredondo, la mejor estrategia para reducir y controlar la transmisión del virus es el distanciamiento social. Muchos lo hemos estado practicando, pero otros aún no están conscientes con respecto a la seriedad de la pandemia, o no son suficientemente responsables para adoptar las sugerencias médicas. Cierto, debido a una variedad de factores, muchos no tienen la opción de ausentarse de sus trabajos y quedarse en casa para evitar cercanía con otros, lo cual es entendible.

En la lucha contra esta pandemia los mejores resultados dependen mucho de la participación de la gente. Seguir las recomendaciones médicas, y así proteger aquellos que son vulnerables, y a nosotros mismos, es nuestra responsabilidad. Gracias por su interés en esta columna.

Leer más de Columnas Social

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Social

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1684915

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx