EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

La crisis global se agrava y se ahonda

JORGE ALVAREZ FUENTES

A lo largo de 10 meses, en esta columna, hemos analizado diversos escenarios de la crisis del sistema mundial, sin dejar de insistir en que, puesto que no hemos salido de la crisis financiera del 2008, prevalecen múltiples riesgos geopolíticos para México, los cuales se hacen cada vez más patentes y tienden a ahondarse. He argumentado que lejos de aislarnos, de mirar hacia adentro, los gobiernos, las empresas y la sociedad debemos observar, analizar y actuar de manera prospectiva y sin demora, promoviendo nuestros intereses con nuestros vecinos del Norte y del Sur, con nuestros socios en Asia Pacífico y en Europa. No podemos permanecer indiferentes, a la expectativa, respecto de la quiebra de la hegemonía estadounidense, del complejo e imparable ascenso de China o del rol preponderante de Rusia. Habrá costos. Estamos viviendo una crisis sistémica de alcances impredecibles. Por ello, mal haríamos, equivocándonos, creyendo que los prolongados conflictos en el Medio Oriente respecto de Palestina, Siria, Irán, Libia, Afganistán, Yemen o del Sahel se han agravado resultado de coyunturas desfavorables para la paz, y son escenarios distantes y ajenos. No cabe engañarnos, pensando que la acción que reclama con extrema urgencia la emergencia climática puede esperar, como si no comprendiéramos cabalmente que hay una transición sin precedente en la geoenergía planetaria. Los recientes desenlaces de esta última crisis, los múltiples y graves impactos negativos para la economía global consecuencia de la propagación de la epidemia de coronavirus a más de 100 países, incluido Estados Unidos, México y los países de Centroamérica, o la confrontación entre los principales países productores de petróleo, no debieran sólo sonar las alarmas, ante la sacudida y alza en el tipo de cambio de nuestra moneda y el desplome del precio del barril de la mezcla de petróleo mexicana. Si nos limitamos tan sólo a observar y concluimos que, en efecto, si debemos preocuparnos, no dejaremos de considerar que los escenarios de crisis son resultado de las circunstancias, con efectos pasajeros, lo que hará que permanezcamos pasmados, relegados, sin participar en la gobernanza de los asuntos mundiales, creyendo que el mundo seguirá el curso reciente de cambios fundamentales, sin aquilatar lo que está ocurriendo.

Los riesgos y las amenazas globales se están acumulando rápidamente en el horizonte: el cambio climático a nivel planetario; la carrera armamentista y la proliferación nuclear; los crecientes peligros del terrorismo internacional; las graves fallas en la ciberseguridad de las instituciones gubernamentales, las empresas y las organizaciones, estando en ascenso las capacidades destructivas de los ciberdelincuentes poniendo en peligro las crecientes necesidades de la comunicación digital de la humanidad; el desdén por las normas del derecho internacional y el cuestionamiento del multilateralismo, siendo cada vez más evidentes las dificultades para tomar decisiones globales y llevar a cabo soluciones coordinadas, en medio de una rápida pandemia, de amagos para contener flujos de migrantes, de la destrucción deliberada del sistema multilateral de comercio con guerras comerciales prohijadas por liderazgos populistas o nacionalismos nativistas. La volatilidad de los mercados ante la propagación del coronavirus ha hecho que se pierdan 9 billones de dólares en las bolsas de valores en tan sólo 9 días. El mundo enfrenta, con desconcierto, una nueva fase, muy complicada, de la crisis económica global, con una caída en los activos de los países emergentes, justo cuando la guerra en torno a la producción y los precios del crudo se ha convertido en un problema mayor que el virus. La Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) señaló el domingo que los sectores automotriz, aéreo y energético en el mundo serán los más afectados, y que la inversión extranjera directa se contraerá entre un 5 y un 15%, por lo que la economía mundial tendrá un crecimiento marginal o nulo en 2020 y 2021. Hay cada día más evidencias de la desaceleración económica, con efectos directos sobre la producción, la creación de riqueza y la disrupción de las cadenas de valor, de suministro y logística. Está disminuyendo la demanda de bienes y servicios y la gente está dejando de comprar y de viajar. Ahora el dinero va a costar menos y los bancos centrales continuarán reduciendo las tasas de interés. A diferencia de 2014, cuando el precio cayó de 110 dólares por barril a 35 dólares, en 6 meses, ahora los sauditas tienen un cuantioso fondo de contingencia para aguantar la caída de los precios, no así los rusos. El gobierno de México debe actuar con rapidez y eficacia, con medidas de control de la salud pública, para evitar que se incrementen los casos de coronavirus, pues ello podría sumarse con un efecto particularmente negativo en medio de la guerra de precios en los mercados petroleros. Mientras esto está ocurriendo, Corea del Norte lanzó este lunes 3 misiles al Mar de Japón, para volver a demostrar sus capacidades balísticas ofensivas, una semana después del lanzamiento de otros 2 cohetes de corto alcance, por lo que resulta obvio que las presiones y sanciones internacionales no están funcionando, cuando no existe acuerdo alguno con Estados Unidos que vaya a poner un alto a sus actividades nucleares.

Además de contrarrestar las afectaciones negativas para las finanzas públicas, el gobierno de México, que obtendrá muy pronto un asiento como miembro no permanente del Consejo de Seguridad, debe prepararse muy bien para participar, de manera asertiva respecto de los múltiples escenarios de una crisis que no se fue, haciéndose más profunda.

@JAlvarezFuentes

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: Editorial Jorge Álvarez Fuentes

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1682116

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx