EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Afganistán: acuerdo Trump-talibanes y elecciones en EUA

MAURICIO MESCHOULAM

Trump acaba de sellar un pacto con los talibanes que, según indica el presidente, estaría terminando con la guerra más larga en la historia de EUA y permitiría iniciar el retiro de tropas de ese país. No es un tema menor. Afganistán es el país más violento de todo el planeta. No obstante, apenas unos días después de la firma de este acuerdo, el presidente afgano declaró que no liberaría a los 5 mil presos talibanes que estaba pactado liberar como precondición para iniciar conversaciones entre los talibanes y dicho Gobierno. ¿Por qué? Unos comentarios al respecto.

Primero, este acuerdo fue negociado entre Washington y el liderazgo talibán en un largo proceso. Las negociaciones fueron conducidas, de hecho, en medio de la violencia, y a pesar de que han tenido que ser interrumpidas, se ha alcanzado un pacto que contiene cuatro partes, lo que incluye un calendario para el retiro completo de tropas estadounidenses de ese país, un cese al fuego permanente que por ahora solo amarra un compromiso de "reducir la violencia", la liberación de presos y el inicio de las conversaciones denominadas "interafganas".

Segundo, el Gobierno afgano fue prácticamente aislado de las pláticas en esta primera fase. Es decir, EUA estimó que este proceso podía y debía ser llevado a cabo en dos etapas distintas. Una, entre la Casa Blanca y los talibanes, y la segunda con conversaciones interafganas. Al hacerlo de este modo, sin embargo, el gobierno afgano se sintió excluido y como resultado, pretende demostrarlo enviando mensajes de fuerza como lo es su negativa a la liberación de presos.

Tercero, las facciones más radicales talibanas, como lo es la red Haqqani -responsable de decenas de atentados terroristas- estuvieron exhibiendo su músculo a lo largo de todo el proceso. Por ahora, dichas facciones han accedido a obedecer al mando central y poner en marcha la "reducción de violencia". Sin embargo, dada la reacción del Gobierno afgano al no liberar a los presos, o bien, si Kabul toma cualquier otra medida para estropear el proceso, se podrían reactivar las espirales violentas con las facciones talibanas más agresivas. Salvo que ahora, Washington habrá emprendido la retirada.

Cuarto, el compromiso talibán de asegurarse que en todo el territorio no haya actividad terrorista. Estamos hablando obviamente no solo de garantizar que los grupos talibanes cesen los atentados, sino de asegurarse de que Al Qaeda e ISIS harán lo propio. Lo cierto es que, desde hace años, Al Qaeda no es la agrupación que más atentados comete en Afganistán. Lo de ISIS -en su rama afgana compuesta por extalibanes agraviados- es diferente. Esta rama de ISIS estuvo muy activa durante años en Afganistán, y si bien hoy se encuentra muy mermada por el combate de la coalición liderada por Washington junto con el Gobierno afgano, es importante entender que la ausencia de EUA representa precisamente el entorno ideal para que resurja.

En suma, más que un final de paz, lo que Trump busca, en tiempos de proceso electoral en su país, es comunicar a su base que él fue el presidente que "sí terminó" con esa "guerra prolongada, ajena y costosa" en la que EUA no obtuvo "nada a cambio" y pagó caro por luchar conflictos que no le correspondían. Al sacar a sus tropas, o por lo menos, iniciar el repliegue, está cumpliendo su promesa. Otra cosa muy distinta es construir condiciones de paz para el país más violento del planeta. Eso tardaría mucho más -asumiendo que de verdad se iniciara- que lo que dura el calendario electoral en EUA, calendario al que Trump necesita adaptar sus decisiones.

Twitter: @maurimm

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1680849

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx