Cuando quiso colocarla en una nueva maceta, se dio cuenta que debajo no había tierra, sino hule espuma. (INTERNET)
Caelie Wilkes regaba la planta de su casa a diario, hasta que se dio cuenta que no era necesario, porque era una planta de plástico.
Procuraba que le diera el sol y limpiaba sus hojas constantemente. “Sólo quería cuidarla bien”, cuenta ella, cita el diario Mirror.
Tardó dos años, hasta que quiso plantarla en otra maceta, para enterarse que no era una planta real, y que debajo de ella no había tierra, sino hule espuma. "Cómo no me di cuenta de esto. Siento que estos dos últimos años han sido una mentira", afirma.
Afortunada, o desafortunadamente, no está sola; su publicación en Facebook ha llevado a otros usuarios a admitir situaciones similares.