Todo arte tiene su preceptiva; o sea, las reglas que la rigen. La de la imagen se desarrolla sobre todo en el renacimiento, gracias a los análisis de Da Vinci y Durero. Es en este siglo donde la pintura, sobre todo, da un gran salto a través de su encuentro con la perspectiva y la capacidad de poner representar la tercera dimensión. El cuadro solo posee dos, alto y ancho, la profundidad es una ilusión.
La preceptiva es producto sobre la reflexión del artista y del gustoso del arte sobre lo bello. Sabemos que la gran influencia han sido los griegos. Renacimiento es la recuperación de la cultura clásica gracias a los estudiosos de las leyes quienes rescataron los compendios de los romanos y a su vez, todo lo que se había perdido de aquella cultura por el celo de la iglesia. Otra parte se recuperó gracias a la influencia de los musulmanes; sobre todo mucho de la filosofía Aristotélica.
Pero vamos a la imagen: dibujo, pintura, escultura, fotografía, cine, televisión y diseño gráfico se rigen por las mismas. Preceptivas se podrán hallar en todas estas especialidades y se refieren a lo mismo. El primer concepto es el de las líneas áureas, que en fotografía se traducen como los tercios; dividir el cuadro en tres partes: horizontal y verticalmente. La medida no es exacta, la relación e A/B = B/C. Traducido: el alto del cuadro entre la altura mayor de los tercios, es igual a esta altura entra la altura menor. La zona dorada también viene del análisis de la forma de un caracol.
Donde se cruzan los tercios se llaman puntos fuertes; que son los puntos focales más importantes de la imagen.
Son dos los primeros propósitos a conseguir: romper la simetría y mantener el balance. La simetría es tener lo mismo en las dos partes que se puede dividir el cuadro. Lo que resulta es una imagen estática sin movimiento. El dibujo de las alas de una mariposa es simétrico como los dibujos geométricos de ciertas telas. Para lograr que la imagen sea dinámica habrá que evitar esto; pero al mismo tiempo hay que equilibrar la imagen con el peso visual. Imaginemos una balanza, si de un lado se pone una circunferencia grande, se balancea con dos más pequeñas que en su totalidad pesen lo mismo. También se juega con la posición de los objetos, arriba abajo y con la relación que existe entre ellos. Varias personas viendo a otras, le dan más peso. (En las meninas, la princesa es la de más peso porque casi todo mundo la ve).
En tercer lugar, hay que acostumbrarse a traducir un cuadro en sus formas geométricas, líneas y cuerpos, sobre todo las principales: Rectas, onduladas, curvas, círculos, el triángulo es muy importante, óvalo, líneas quebradas.
Primeras reglas: una línea nunca debe de pasar por el centro, siempre se debe de buscar su ubicación en las líneas áureas. El Horizonte es una línea muy fuerte; en el mar se acostumbra mucho tomarlo: deben de situarlo en la línea áurea inferior o superior. Los árboles don líneas verticales, se deben de situar en la línea áurea izquierda o derecha; habrá que compensar los pesos con el otro lado.
Una línea no debe de cruzar de vértice a vértice. Divide el cuadro en dos partes iguales. Debe ir de lado a lado o de punto fuerte a un lado. Una línea de ferrocarril es una línea; habrá que marcar su ubicación de un lado a un punto fuerte.
La línea de la mirada es muy importante; psicológicamente la gente ve hacia donde el personaje está observando. Se establecen los parámetros de la lectura del cuadro a través de la mirada. La regla fundamental es dar aire hacia donde el personaje está mirando, aunque sea fuera del cuadro. Lo que está detrás de la nuca de quien mira, poco importa, es un distractor.
Habrá que saber con juntar todas las líneas: los brazos, las piernas, el movimiento, la mirada, los objetos, horizonte, árboles, personas. Etc. Para crear una armonía.
Esto es sólo el inicio. Para el interesado, le recomiendo libros de composición pictórica, fotográfica, cinematográfica o de diseño gráfico. En el que yo me baso, no está accesible: se llama: el montaje cinematográfico arte en movimiento, de Rafael C. Sánchez. Lo había reeditado el CUEC. La preparatoria abierta tiene un libro muy bueno para su curso de pintura; altamente recomendable, analiza muchos cuadros en otros niveles.
Lo que da lástima es que en las librerías estén desapareciendo los libros de pintura. Sobre todo no encuentras nada de pintura moderna, fuera del impresionismo. ¿Promover el arte?