Columnas Social

PEQUEÑAS ESPECIES

UN AMOR CIEGO

M.V.Z. FRANCISCO NÚÑEZ GONZÁLEZ

Me encontraba en el consultorio cuando recibí una llamada del extranjero, preguntaban si contaba con el servicio de pensión para mascotas, al afirmarles me dieron una dirección para que pasara por "Bambina", la casa se encontraba sola, me puse de acuerdo y a determinada hora iría una persona para entregarme la mascota. Así fue como conocí a quien sería mi paciente de toda la vida. Se trataba de una perrita de la raza poodle gigante, de unos veinte kilogramos de peso de color gris oscuro, en aquél entonces contaba con dos años de edad, recuerdo que se encontraba en la sala de la casa y al verme empezó a gruñir como toda gran guardiana de su territorio, le pedí a la señora que le pusiera el collar ya que la conocía, me contestó muy nerviosa que jamás había tratado con perros, así que con mucho miedo le colocó el collar y quien iba a decir que ese fue el inicio de una magnífica amistad entre "Bambina" y su veterinario. Seguido visita la clínica para vacunas, estética, consultas y pensión, precisamente hasta un mes le hemos llegado a tener de huésped en la clínica mientras su querida dueña y su hija tenían que ausentarse de la ciudad. Es una perrita que todo veterinario le agradaría tener como paciente, de lo más cariñosa y alegre, muy buena para comer, otras mascotas que llegan a pensión por lo regular dejan de comer los primeros días, pero "Bambina" tal parece que le sentaba muy bien las "vacaciones" en la clínica, al verla su dueña cuando regresaba siempre decía que estaba más "repuestita", la tiene muy consentida, por recomendaciones de su dueña a determinada hora le teníamos que dar un plato de hojuelas de maíz, mientras que a otra hora una sopa instantánea, claro a parte de sus croquetas, en ocasiones omitíamos los antojos con toda intención ya que contaba con algo de sobrepeso, espero que su dueña no se vaya a molestar en caso de que llegue a leer este artículo. Llevo décadas en este oficio, y jamás he escuchado algún cliente a excepción de la dueña de "Bambina", dirigirse hacia su adorada mascota con palabras tan cariñosas y frases tan espontáneas llenas de ternura y naturalidad, podría decir hasta "maternales", sobre todo cuando la deja de ver por algún tiempo.

Se ha creado un triángulo de celos por el cariño de "Bambina", cuando la llevan al consultorio y la recibo personalmente, le da un gran gusto que empieza a contornear su voluminoso cuerpo como si se tratase de un cachorrito y su dueña en broma me dice que se pone muy celosa cuando su mascota me dedica tales aspavientos que a ella no le hace, en realidad los veterinarios no somos del agrado de todos los pacientes, por lo regular la mayoría llega temblando y con un semblante como si llegasen a un centro de tortura. Cuando llevan a "Bambina" para baño, llega con su shampoo y enjuague especial y la señora hace las mismas recomendaciones de siempre a su hija para que nos las diga, y nos sonríe diciendo, ojalá y así me cuidara mi mamá. No hay día en que la dos no discutan bromeando por los cuidados excesivos que le dan, la hija contará con veintitantos años de edad y algunos doce años de celos hacia "Bambina".

Es tanto el cariño y la protección hacia las mascotas, que se llegan a realizar acciones espontáneas como el día en que se escapó "Bambina" a la calle sin su correa, la casa está situada frente a una avenida de gran tráfico, su dueña se encontraba en pijama y se paró a media calle y con sus brazos les indicaba a los automovilistas que se detuvieran, como si se tratase de un agente de vialidad, arriesgando su vida por la de su mascota, logrando ponerla a salvo. Cómo da vueltas la vida, su dueña llevó a "Bambina" a baño, nos contó que se encontraba muy contenta, pues le había salvado la vida en días pasados; resulta que la señora padece de diabetes y presión alta, se encontraba semi inconsciente, y su mascota se dio cuenta que le sucedía algo anormal a su ama, le empezó a lamer la mano para despertarla hasta que lo logró, estando ya en el hospital, le dijo el doctor que estuvo a punto de padecer un derrame cerebral de no haber sido por su mascota que la despertó a tiempo para ser atendida. Lo que no deja de maravillarme como "Bambina" se dio cuenta del estado de salud de su ama, a sus doce años edad padece de cataratas y se encuentra completamente ciega.

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