Columnas Social

Circunstancias

Temor a la intimidad

Mtro. Francisco Pineda

Las dificultades de una persona para conectarse emocionalmente con otra puede ser una condición debilitante en la creación y el mantenimiento de relaciones interpersonales importantes.

La semana pasada se celebró el Día de San Valentín lo que representó para muchos un día de celebración de amistad, afecto, y romance. Otros lo celebraron de manera superficial y fue una buena oportunidad para socializar y divertirse. Para otros, el día pasó inadvertido y como un día regular de la semana. Pero para un sector particular de la población, el día significó estrés o ansiedad debido a la carencia de una relación afectiva significante. Me refiero a aquéllos quienes tienen interés de establecer una relación cercana con otra persona, pero que no lo intentan debido a un temor de conectarse íntimamente.

La intimidad es una capacidad de conectarse emocionalmente con otra persona, sea en una relación amistosa cercana, de familia, o de pareja. Una conexión que incluye una confianza sin límites en donde se comparten pensamientos sin temor a críticas o juicios, incluyendo la vida privada. Esta intimidad es un condición que se desarrolla desde la infancia por medio de experiencias del niño con los padres, familiares y que se solidifica en la adolescencia. Experiencias que son esenciales en el desarrollo de la capacidad de apego. Con la aparición de la sexualidad durante la pubertad y la adolescencia, la capacidad de intimidad empieza a consolidarse.

El temor a la intimidad es un miedo subconsciente que provoca una evasión en interacciones personales cercanas, generando niveles altos de ansiedad durante el momento de la interacción. La persona quiere acercarse emocionalmente a otra, pero al no sentirse capaz de hacerlo, termina evadiendo la situación, o quizás sabotearla. Este temor de acercarse emocionalmente a otros está asociado con varios mecanismos y esquemas, incluyendo factores biológicos y medioambientales. Existen muchas personas que por razones de carácter o personalidad su capacidad de intimidad es limitada, y son naturalmente personas aisladas con dificultades para conectarse emocionalmente con otros, ejemplos de estos casos pueden ser personas muy tímidas, o gente con síntomas de fobia social y otros rasgos asociados con el autismo. Quizá parezca extraño, pero el temor a una conexión emocional cercana no es fuera de lo común, específicamente para aquellos que tuvieron una experiencia emocional complicada o traumática durante el rompimiento en una relación de pareja.

De acuerdo a los diversos autores consultados, el temor a la intimidad puede tener varios orígenes. Entre ellos están casos de abuso físico o sexual, abandono o descuido, y maltrato emocional durante la infancia que posiblemente afectó el desarrollo de la capacidad de apego. Otros factores de alto riesgo en el desarrollo de un apego saludable pueden ser el descuido del niño debido a enfermedad física o mental, adicción a alcohol y drogas, o encarcelamiento de los padres. Trauma relacionado a una violación sexual es un factor debilitante para la expresión de intimidad. Dependiendo del carácter y experiencias de una persona, el temor a expresar intimidad se puede manifestar en diferentes maneras. En edad adulta un individuo puede experimentar temor al abandono y de perder una relación interpersonal, o miedo de ser dominado o controlado por la pareja que implique una pérdida de identidad personal. Como consecuencia, la persona tiene dificultades para expresar necesidades emocionales y contacto físico, y temor de comprometerse románticamente.

Un aspecto relevante sobre la expresión de la intimidad es el acceso fácil e inmediato de la tecnología en la comunicación social, específicamente el uso de las redes sociales. Mucha gente con problemas de conectarse emocionalmente con otros en persona, recurren a esta estrategia para comunicarse, sin embargo, existe la duda si esto realmente es de ayuda, o facilita una conducta solitaria. El conocido columnista del New York Times, David Brooks, sugiere en su articulo Intimidad para el Evasivo (octubre 2016) que las redes sociales son herramientas de comunicación y no necesariamente conducen a soledad, la interrogante es que algunos las utilizan para "enmascarar" las dificultades para conectarse emocionalmente. No hay duda que estas técnicas de comunicación permiten conectarnos con otros con más frecuencia y sin problemas de distancia. Sin embargo, cuando se trata de una conexión emocional no hay nada más efectivo que un contacto en persona.

Si la persona no puede conectarse emocionalmente por razones de carácter o salud mental como es el caso de timidez y fobias sociales, o en situaciones relacionadas a una niñez problemática, o experiencias complicadas, la asesoría y terapia de un psicólogo clínico es recomendable. Gracias por su interés en esta columna.

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