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Circunstancias

Sobre el escapismo

Mtro. Francisco Pineda

Las circunstancias de la vida diaria normalmente incluyen cierta frecuencia y niveles de preocupaciones. La naturaleza de estas depende del carácter de cada persona y de su estilo de vida en un determinado medio ambiente. El estrés es parte de la aventura de existir y nadie se escapa de él. La diferencia existe en las habilidades y estrategias de la gente para afrontar este estrés y resolverlo. Una estrategia mas o menos común es escaparse o evadir la realidad.

Probablemente nos hemos dado cuenta de algunos de nuestros pensamientos, generalmente positivos y quizá no muy realistas, que nos distraen, particularmente cuando nos sentimos presionados como resultado de las demandas de la vida cotidiana. Por ejemplo, imaginarse un viaje de vacaciones a un lugar de interés, ganarse un premio mayor de lotería, trabajar en el lugar o puesto ideal, tener un momento agradable con la pareja o familia, disfrutar un buen momento solitario, o en el caso de un prisionero quien piensa constantemente en su libertad. Una tendencia de la mente que popularmente muchos llaman "soñar despierto."

Esta tendencia a distraerse generalmente tiene la meta de evadir situaciones que son problemáticas, emocionalmente dolorosas, aburridas y fastidiosas, etc. Pensamientos que se manifiestan en comportamientos que conducen a alguien a escaparse, mentalmente o físicamente, o ambas. Pensamientos sobre escaparse de la rutina considerados normales debido a que no caen en los extremos de carencia o abuso. Cualquiera que sea la tendencia de evadir una circunstancia, escaparse es usar el poder de la imaginación de una forma saludable o no saludable.

De acuerdo a la Asociación Americana de Psicología la palabra escapismo es definida como una reacción defensiva en donde se usa la fantasía como forma de evitar conflictos en las actividades de la vida diaria. Esta reacción puede ser una evasión de la realidad, mediante un alejamiento de una situación que provoca angustia o ansiedad, y se manifiesta en una variedad de conductas defensivas. Estas conductas podrían ser soñar despierto, abuso de alcohol y/o drogas, o racionalizaciones y comportamientos indeseables (mentir, ocultar motivaciones o sentimientos reales, etc.) Al penetrar un mundo ficticio percibido como más cómodo, o menos débil, un escapista tiende a evadir una realidad difícil de afrontar con la idea de sentirse seguro, y quizá más fuerte emocionalmente. En casos extremos este escape de la realidad podría ser una condición patológica.

El término escapismo comúnmente está asociado con algo negativo porque se asume que aquellos que tienden a escaparse están huyendo de algo, por lo tanto, no son felices, o la vida está siendo complicada, problemática, o injusta. Por ejemplo aquellos que tienden a buscar un mundo que no es real por medio de la estimulación de las drogas o alcohol que causan alteraciones o distorsiones de la realidad, y que muchas veces se consumen para "olvidar" y huir de experiencias posiblemente complicadas o dolorosas. O los que se conectan compulsivamente en las redes sociales por muchas horas, o pasar tiempo excesivo con juegos de video.

La mayoría de los autores consultados sugieren preguntarse sobre los factores que hay detrás de una necesidad por evadir o escaparse de una situación actual. Primeramente reconocer de que se está huyendo de algo. Determinar de lo que se está evadiendo, o lo que está preocupando o atemorizando, y el método de escape. Esto puede dar una pista de las razones de las ideas del escape, por ejemplo, economía, familia, salud, seguridad personal, etc. Luego buscar opciones que ayuden a mitigar la situación, o resolverla.

De alguna forma u otra todos somos escapistas, y esto no necesariamente es negativo o tóxico. Existen casos de escaparse en forma saludable y práctica, y así evadir las presiones de un mundo que se moderniza y que quiere imponer una forma de vivir que no va de acuerdo a nuestros valores, o que quiere vender ideas o productos que no son necesarios. Un mundo que es frustrante con noticias negativas (muchas veces falsas), violencia, gobiernos corruptos, gente abusiva, invasión de nuestra privacidad, y otros problemas.

El deseo y conducta de escaparse por períodos y medidas razonables, y sin depender psicológicamente de la estrategia escapista, por ejemplo, practicar un deporte o hacer ejercicio, escuchar música, leer libros, viajar o vacacionar, meditar, bailar, tomarse una copa, socializar con las amistades de confianza, y por supuesto, soñar despierto, son medidas que nos ayudan a afrontar las preocupaciones, y estrés en general. En mi caso, pensar y analizar circunstancias de la vida diaria, investigar, y escribir esta columna, entre otras actividades personales, son estrategias saludables para salir adelante ante un realidad que ofrece algunos retos. Gracias por su interés en esta columna.

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