Esta semana se lleva a cabo la Super Copa de España bajo un formato único. Distinto. Innovador. Es la primera vez que participen más de dos equipos y se dispute fuera de territorio español. Además, el campeón no será ni el vigente defensor de La Liga ni de la Copa del Rey.
Para allá van los esfuerzos. En ese camino la señalética de destino es rectangular y verde. El dinero, queramos o no, es el principal actor del futbol. Y parafraseando a Valdano, éste es lo más valioso de la cosa más importante entre las cosas menos importantes.
Los ingleses fueron generosos, llevaron una pelota a muchos puertos hace casi dos siglos. Pero casi podríamos asegurar que en América Latina fue donde éste tomó más importancia en comparación con los demás continentes. Abajo, en Brasil y Argentina, el futbol es prácticamente el deporte nacional. La pasión que se desborda en la Copa Libertadores es prueba de ello. Más arriba, en el centro, la Concacaf encuentra dificultades para competir, pero prácticamente también ahí el balón es religión. El norte es distinto.
En México sí. No se discute. Por más que el béisbol, básquetbol, lucha libre, futbol americano o box tengan su nicho, el que reina es el balompié. Pero en el mercado más importante, donde realmente le interesa estar ahora, en Estados Unidos, apenas va entrando. Allá reina la NFL y seguro que la NBA e incluso la MLB están por encima del “soccer”. Pero los esfuerzos están siendo acelerados. Tenemos el ejemplo de la FMF y sus intenciones por acercarse más al norte por lo económico, cuando lo que le beneficiaría futbolísticamente está en el sur.
La Liga también tiene interés aquí, ya hay departamentos oficiales y oficinas para posicionarse en territorio americano, incluso se intenta llevar un partido oficial de liga española.
SEGUNDO TIEMPO
En cambio, la FA en Inglaterra parece no importarle. Películas como “United”, la cual retrata el accidente aéreo de Múnich de 1958, presenta una Federación de futbol inglés totalmente cerrada a que los equipos locales participen en Copa de Europa.
Hoy sería impensable creer que esos mismos directivos quisieran llevar partidos oficiales fuera de la isla. También, y a manera de contexto, tenemos el Brexit. La salida del Reino Unido de Europa tiene, ahora sí, fecha de caducidad: 29 de marzo. Entre otras cosas, esto demuestra el sentido de pertenencia que tiene el inglés. No sé si soberbia.
Pero ahora sí a los federativos seguro que les interesará la globalización, interna, más que nada, porque el éxito de la Premier League se debe al gran nivel futbolístico que tiene, pero esa materia prima no es nacional. Y, si nada cambia, esta primavera puede ser negra para ellos, ya que actualmente más del 65% de los jugadores europeos (excluyendo irlandeses) no lograría el permiso de trabajo para continuar.
Sólo la Premier y La Liga compiten por ver cuál es mejor. Debajo está la Serie A, la Bundesliga e incluso más abajo la Ligue One. Pero de estos, sólo son los españoles quienes entienden hacia dónde está la transición. Sí, es un negocio.
Entendámoslo. Quienes trabajan del futbol no comen de la pasión que desbordan los aficionados. Guste o no, para allá vamos.
TIEMPO EXTRA
Los “esfuerzos” del ‘Big Six’ de la Premier League por exponerse fuera del viejo continente parecen independientes, sólo lo hacen en pretemporada. Arsenal, Chelsea, Tottenham, United, City y Liverpool suelen salir de Inglaterra para partidos oficiales únicamente cuando se trata de competición europea.
-Óscar Parra Silva -@_OscarParra
