Manda el obispo de Torreón un mensaje de Año Nuevo, en donde se invita a recapitular todos los actos hechos, pensados en Dios. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Aún inmersos en el ambiente de la Navidad, el obispo de Torreón, monseñor Luis Martín Barraza Beltrán dijo que celebran la llegada de un nuevo año y señaló que la fe católica tiene que ver con algo que le pasó al tiempo, fue santificado y que en adelante será el lugar del encuentro con Dios.
Dijo que solo de ese tiempo lleno de la gracia de Dios y que permite recapitular todos los actos hechos es pensando en Cristo y que es lo que se valora.
Opinó que desaprovechar la oportunidad de vivirlo como tiempo de Dios es una desgracia, ya que de acuerdo a la sabiduría popular, señala que "el tiempo perdido los santos lo lloran".
Opinó que cada momento que se vive es una oportunidad de salvación que todos tienen.
Precisó en su carta de Año Nuevo que ya no funcionan las espiritualidades que invitan a huir del mundo, en donde el tiempo impone su ley de limitaciones y procesos.
Reconoció que en el proceso de maduración humana existen muchas situaciones contradictorias y escandalosas, pero que no existe otro camino.
"Tenemos la responsabilidad de asumir nuestra humanidad con todo lo que esto implica".
Monseñor Luis Martín Barraza dijo en su mensaje que los sabios son muy conscientes de sus limitaciones, pero ellos no se angustian, encuentran sus fuerzas en el temor de Dios. "Ni la mediocridad ni la enajenación son nuestro estado natural".
Invito a los laguneros a reconciliarse con los límites que cada uno tiene, pero dispuestos a arriesgarse con responsabilidad para alcanzar sus sueños y superarse cada uno. Reconoció que "somos de carne y hueso, pero no hagamos de esto un refugio de temores y perezas".
