La fallecida estuvo dos semanas con muerte cerebral. (INTERNET)
Una joven de 23 años de edad falleció en septiembre pasado tras someterse a una cirugía de aumento de busto. Lina Betancourt fue operada en el Hospital 9 de Octubre de Valencia por un cirujano de la cadena de clínicas estéticas Dorsia.
La operación, que debía durar una hora, se extendió hasta tres. Pasado este tiempo, Isabella, la amiga que acompañó a Lina a la clínica, recibió noticia de que había habido ‘una complicación’.
Resulta que Lina había sufrido dos paros cardiorrespiratorios y la trasladaban al hospital público Clínico de Valencia, donde declararon que tenía muerte cerebral.
Lina falleció el 9 de septiembre y ahora la clínica que realizó la cirugía estética exige a sus familiares el pago por el procedimiento, expone el canal español La Sexta.
Andrea Sáez, la abogada de la familia, señala que un médico explicó a sus clientes que Lina debió haber permanecido un buen rato en paro cardiorrespiratorio para terminar con muerte cerebral. A su vez, indica que Isabella cuenta que el personal médico le dijo que su amiga "estaba en un pasillo hasta que pasó una empleada y la vio convulsionando". "¿Porque la dejan en un pasillo recién operada? Es una negligencia médica totalmente increíble", expresa Isabella.
En respuesta, la familia de Betancourt está demandado al Hospital 9 de Octubre y a la cadena de clínicas a cargo del servicio, aunque Dorsia asegura que "la cirugía se desarrolló adecuadamente y sin ninguna complicación", añadiendo que “la clínica de Valencia se va a presentar como acusación particular contra el Hospital 9 de Octubre y el anestesista que intervino en la operación".
DA.
