
Puertas abiertas. Amaya Compañía Flamenco recibe a personas de cualquier edad que se sientan atraídas por el género. (CORTESÍA)
Apenas alcanzaba los seis años de edad, cuando de manera determinante decidió que sin importar nada, ella tenía que vivir la experiencia del flamenco, baile del que se sintió atraída una tarde que visitó la antigua Casa de la Cultura en Torreón, espacio que era usado por un grupo que lo ensayaba.
A partir de ese momento firmó una carta de compromiso con este baile artístico, que aún en estos tiempos, enamora sus sentidos.
Mariana Amaya de 35 años de edad, es bailarina de flamenco y la fundadora de Amaya Compañía Flamenca, una academia que lleva tres años regida por este género musical español que tiene su origen en Andalucía.
Mariana relata que se animó a abrir este espacio debido al impulso de conocidos que le insistían en que les enseñara a bailar flamenco. Fue así que arrancó actividades con dos alumnos, ahorita tiene 15 y con miras a seguir creciendo.
"A mí siempre me ha gustado enseñar, no tengo licenciatura en educación pero creo que se me da mucho eso de compartir", platicó.
Entre sus 15 alumnos se encuentran niños, niñas, adolescentes y gente mayor, personas que oscilan entre los seis a los 60 años. Para esa academia no hay edad, dice que todo aquel que busque hacer conexión con el flamenco es bienvenido.
Escenarios como el Lerdantino o espacios dentro de las ferias municipales, han sido las plataformas en donde este grupo de flamencos han desgastado sus zapatos y han mostrado su arte. Es hasta apenas este año, que la maestra Amaya ha tocado las puertas de los teatros locales, encontrando lugar en el Garibay, y aunque no considerado recinto el próximo 8 de diciembre serán los protagonistas de Mágico Flamenco, presentación que se llevara acabo en la atmósfera de Plan B.
BAILAR CON EL CORAZÓN
Lo que Mariana ha intentado durante tres años es que sus alumnos logren una conexión natural con el flamenco, la pasión es un ingrediente fundamental en sus ensayos. Aparte intenta sembrar el compañerismo dentro de su academia.
Ella pone el ejemplo, pues desde que se conectó con el género en la antigua Casa de la Cultura, también lo hizo con una de sus compañeras de taller, la cual ha sido su aliada en esta travesía y con la que hace dupla en el dúo Las Flamencas, el cual ha tenido una serie de presentaciones en la región y que aparte se someten a cursos que toman en otros estados del país, esto con la intensión de acarrear nuevas experiencias y aprendizajes precisamente en la compañía que se fundó hace tres años.
Chantal Raquene, (la maja, como es conocida) es la mujer que la respalda en lo que para Mariana ha sido su vida, pues lleva prácticamente 30 años dedicada a este baile que para ella no representa más que pasión y entrega.
La próxima ambición de ambas es acudir a un curso en España a una de las compañías más importantes del género, esto con la intensión de adquirir un conocimiento que luego puedan propagar entre los flamencos laguneros.
LA ESENCIA
En Amaya Compañía Flamenco se rige primeramente de la pasión, y aparte se caracteriza por mezclar la danza española con el flamenco que en voz de Mariana "la danza española a comparación del flamenco, es mas estilizada. En el flamenco viene siendo mucha fuerza, muy apasionado muy fuerte, ahí una conexión muy cercana con la gente".
Es entonces, que en cada presentación del grupo queda en evidencia la fusión de ambas técnicas que siempre es bien apreciada por el público lagunero, que aunque hay pocos interesados en el Flamenco, poco a poco comienza a existir más interés.