Columnas Social

Circunstancias

Sobre la demagogia y el populismo

Mtro. Francisco Pineda

Los términos demagogia y populismo se han hecho muy populares debido a un incremento en el involucramiento de las comunidades sobre la problemática económica y sociopolítica por la que muchos países están pasando. Los conceptos tienen que ver con estilos de comunicación de los líderes políticos. Aunque la diferencia es mínima, ambos tiene algunas diferencias con respecto a su intención y enfoque.

Las circunstancias sociopolíticas en varios países se han prestado a un surgimiento de una concientización social, que no es nada nueva, pero que ha adquirido fuerza durante los últimos cinco o seis años como resultado de más interés y educación sobre el comportamiento de ciertos gobiernos, y un incremento en la participación política por parte de la comunidad. Este fenómeno se ha visto no solo en México, sino también en muchos otros países. Con frecuencia recibimos noticias en los periódicos, el internet, la televisión, la radio, y las redes sociales sobre los tópicos del populismo y la demagogia, los cuales están tornándose en tópicos más populares y reconocidos. Es común observar que algunas personas utilizan homogéneamente los dos términos para describir el estilo de comunicación de un líder político en particular.

De acuerdo a un estudio hecho por catedráticos del departamento de Sociología y Gobierno de la Universidad de Harvard (Gidron y Bonikowsky, Varieties of Populism, marzo 2014) el populismo es descrito como un conjunto de ideologías, movimientos políticos y partidistas, y la influencia de líderes carismáticos, relacionadas con las circunstancias de una cultura y su contexto social, por ejemplo, el populismo prevaleciente en México o los Estados Unidos. Generalmente la palabra es asociada a una política izquierdista, socialista, o liberal, sin embargo, el populismo consiste de una estrategia política que expresa la existencia de una crisis moral como forma de persuadir a las masas, independientemente de su orientación liberal o conservadora. Dicho de otro modo, el populismo es una ideología transmitida por un líder carismático, conservador o liberal, quien logra persuadir a una mayoría con respecto al dominio de "unos cuantos," o una élite minoritaria, mediante la creación de una situación en donde el líder populista se presenta como un redentor de los "fregados," y/o de "ellos contra nosotros."

Por otro lado, un demagogo es un político experimentado con buenas habilidades de oratoria quien se enfoca en las emociones del pueblo. Su retórica es principalmente engañosa con intenciones de halagarlo y así persuadirlo. Un demagogo es un manipulador que instiga la pasión de las masas por medio de la vociferación de temas muy sensibles como los de la violencia, clase social, la economía, soberanía del país, etc. con el objetivo de infligir temor y, ganarse el voto y apoyo popular. Ejemplos a través de la historia son muchos para nominarlos, pero para mencionar algunos podemos hablar de Hitler, Mussolini, Stalin, Duterte, Mao Tse Tung, Hugo Chávez, entre muchos otros. Todos ellos fueron vistos como déspotas y autoritarios, pero también muy populares y estimados por sus seguidores, y muy influyentes sobre las masas. Muchos demagogos, con el fervor de su oratoria, se enfocan en las vulnerabilidades socioeconómicas de una población que se auto-percibe en desventaja con la idea de instigarles miedo y resentimiento, y abierta a propuestas que prometen solución a los problemas de su comunidad. No es difícil identificar a un demagogo, lo complicado es no ceder a sus seducciones durante una época de conflicto social.

Ambos estilos intentan influir a la gente con ideas basadas en propaganda para "el bien del pueblo," y con motivaciones ocultas, sin embargo hay una pequeña diferencia. Por ejemplo, un demagogo puede decir "en 30 días de iniciar mi término aumentaré el salario mínimo." Un populista puede decir "la élite socioeconómica no ha permitido aumento del salario mínimo, pero lo lograremos." El demagogo promete algo para lo cual quizá no tiene control, el populista presenta a un grupo específico como el antagonista. Ambos saben lo que el pueblo quiere escuchar.

Dependiendo de nuestra orientación ideológica (liberal o conservativa), y/o sociopolítica y los resultados en las condiciones del pueblo, se puede juzgar al populismo de "bueno" o "malo." La demagogia normalmente tiene una connotación negativa y destructiva debido a los intereses individuales del líder y de unos cuantos, y un impacto nocivo en una sociedad. La realidad es que ambos enfoques en la administración de una nación han existido, y van a persistir. Lo importante es identificarlos y entender su impacto en la sociedad, mantener un deber cívico de participación sociopolítica responsable, y hacer algo para remediarlo por medio de un voto efectivo. Gracias por su interés en esta columna.

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