Voz femenina de la literatura esotérica

Hay personas que no pueden negar su sangre. Aunque en un punto de sus vidas decidan enfocar su vista en otro horizonte, su corazón siempre los vinculará a una fijación hereditaria. Los genes terminarán encarrilando su verdadero sendero, al que de verdad pertenecen.

Ese es el caso de Alejandra Madero, una escritora lagunera que se perfiló al área de Recursos Humanos pero que al danzar del tiempo hizo caso a su llamado interno y comenzó a teclear historias que le pasaban primero a ella y luego a su entorno.

Desde el año 2012 mezcla su trabajo en una empresa de construcción con el mundo literario, al cuál se sumergió en un taller que ella misma propuso y que se realizaba dentro del café cultural Calafe. Este era comandado por el escritor lagunero Saúl Rosales, hombre que con sus consejos moldearon el estilo de Madero que se hacía más contundente al paso de las historias repasadas en el ordenador.

Ahora Madero conjugó 29 micrrorelatos en el libro Kádathos, cuentos de brujas y de diablitos, material que se encuentra insertado dentro de la primera Feria del Libro Región Laguna y que será presentado el próximo 13 de noviembre junto con un compendio de Jorge Robles en la recién remodelada Casa Mudejar en punto de las 19:30 horas.

"Durante cinco años en varios talleres fui haciendo cuentos, micro ficciones. La mayoría de mi vida o de cosas que vivían familiares o personas cercanas, pero les daba un toque psicológico disfrazado de esoterismo".

Se trata de historias con un toque existencial, con deformaciones de la realidad pero la mayoría salpicada de fantasía, compartió la escritora de 36 años de edad, que relató que de alguna manera ella ya estaba destinada al mundo de las letras, pues su familia es el nido de escritoras y filósofos que no negaron como se dice de una manera popular "la cruz de su parroquia".

"Mi abuela Rosa y mi tía Magda Madero son escritoras. La mayoría de mi familia lee de filosofía, la familia Madero, tengo un tío que es filosofo que da muchos talleres aquí que se llama Alberto Madero".

SU ESTILO

Sobre su libro Kádathos, expresó está ligado a la mitología griega.

"Los personajes están aderezados con personajes de mitología griega o de mitología judía, [...] viene mucho de la psicología de la teoría de Freud, viene del tarot que está más relacionado con los arquetipos del inconsciente y a la teoría de Carl Gustav Jung".

Su interés de abordar en sus cuentos el tema de la mitología, dijo, se debe a que ella lee el tarot, "entonces en el tarot viene muchos de los símbolos que son de la mitología griega, y me gusta mucho la simbología y por eso me gusta hacer referencia a ello en mis textos".

"En Kádathos, la autora recrea un imaginario que no se limita a la fantasmagoría habitual de la adivinación, los hechizos, el satanismo o los excesos monstruosos, sino que se cruza con espacios de la vida cotidiana a menudo más mundanos como el trabajo, el ocio y las relaciones personales de nuestra época. Sentido del humor, psicoanálisis, absurdo, desamor… son algunos ingredientes que se encuentran en Kádathos, un conjunto de narraciones que va del cuento pos moderno al microrrelato", se puede leer en el prólogo de este compendio.

Kafka, Freud, J. K. Rowling y Lou Andreas-Salomé son algunas de las influencias literarias que navegan entre las líneas de esta escritora que se encuentra encarrilada a seguir golpeteando el teclado en la búsqueda de la conformación de historias empapadas de mitología y esoterismo.

Los personajes están aderezados con personajes de mitología griega".