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Prudencia social y violencia

Metáfora ciudadana

LUIS ALBERTO VÁZQUEZ ÁLVAREZ
"La violencia es el miedo a los ideales de los demás"— Mahatma Gandhi

Según Aristóteles, la prudencia es la virtud que se ocupa de todo lo relacionado con la vida humana; es un saber que consiste en discurrir sobre la buena dirección de la vida del hombre; es la virtud de saber hacer algo práctico ante las vicisitudes de la existencia; permite realizar empresas grandes, admirables y hasta divinas, pero sobretodo, útiles para lograr los bienes humanos.

La prudencia es presentada por el estagirita como resultado de un razonamiento inductivo y al mismo tiempo deductivo; es fortaleza del hombre capaz de deliberación de las cosas humanas, del bien propio individuo; de aquel que actúa según la recta razón, sobre lo que es bueno para el ser humano: "En cuanto a la prudencia, podemos llegar a comprender su naturaleza, considerando a qué hombres llamamos prudentes. En efecto, parece propio del ente prudente el ser capaz de deliberar rectamente sobre lo que es bueno y conveniente para sí mismo, por ejemplo, para la salud, para la fuerza, para el vivir bien en general… Así, un ser humano que delibera rectamente puede ser prudente, en términos generales… la prudencia es un modo del ser racional verdadero y práctico, respecto de lo que es bueno y malo para la humanidad; pues una acción bien hecha es ella misma el fin".

Trágicamente para nuestro tiempo, Aristóteles establece que: "Por eso creemos que Pericles y otros como él son prudentes, porque pueden ver lo que es bueno para ellos y para los hombres, y pensamos que esta es una cualidad propia de los administradores y de los políticos. Y es a causa de esto por lo que añadimos el término ‹moderación» al de «prudencia», como indicando algo que salvaguarda la prudencia"

¿Pero por qué digo que es trágico para nuestro tiempo esa propuesta del más grande filósofo de la antigüedad? Sencillamente por lo que estamos viviendo hoy mismo en el mundo entero, que no solo en México como muchos ignorantes e insidiosos de la política nacional intentan catequizar; buscan culpar a quien no es afín a su ideología, generando falacias y alterando incluso fotografías para hacer ver mal a alguna persona que pertenece a un grupo político contrario. Intentan, lo peor con bastante éxito, sembrar odio en las mentes para destruir por destruir; lo mismo políticos que ciudadanos, sintiéndose dioses mutando las virtudes en vicios. Todos estos detractores de cualquier régimen, demuestran un inmenso oscurantismo y da lástima su incapacidad manifiesta para ofrecer las más mínimas propuestas propositivas; todo lo critican, todo les parece mal, buscan encontrar sólo lo malo y si no, lo inventan y lo difuminan.

Hoy vivimos una violencia generalizada en la mayor parte del orbe; este no es un problema de ideología, de sexo, religión, nacionalidad, deportes o etnia, es una pandemia de rebeliones en muchos países del mundo con objetivos y fines muy diversos. La problemática político-social la viven gobiernos de izquierda, de centro y de derecha; es risible y hasta ridículo buscar un solo culpable del drama de la ferocidad; Chile, Bolivia; Perú, Francia, Hong Kong sufren al igual que México manifestaciones populares que en varios de ellos han culminado en centenas de muerte (en México estas aún no han llegado a decesos). La violencia a migrantes se da en países supuestamente avanzados "democráticamente": Estados Unidos, Gran Bretaña, España, Italia, Francia y Alemania como ejemplos.

Trump el más violento demente, apoyado por sus neonazis supremacistas arios, amenaza a todos los países que no coinciden con su política de "América Primero" con sanciones económicas y guerras de rapiña. Su enajenación incita a más violencia, salvo que se agachan ante él; como México. Siria, Irán, China, India, Turquía, Rusia y hasta la Comunidad Económica Europea ya no le siguen el juego, lo que le hace enfurecer y colocar al mundo en el filo de la navaja atómica.

Muchas personas culpan de la violencia, rebautizada "cibernética", a la facilidad y rapidez con que hoy se transmiten las noticias, pero especialmente las ideas que se copian burdamente, convirtiéndose en moda (chalecos amarillos franceses y sus zombis mexicanos) y se lo achacan a las redes sociales que la internet creó. Ciertamente los victimarios de todo tipo utilizan herramientas y sistemas de comunicación virtuales para realizar atropellos, amenazas, hostigamientos y acosos a otros usuarios, roban datos privados como claves de cuentas bancarias; crean falsas identidades y mantienen vigilancia de sus víctimas. Desafortunadamente aún, en muchos países esos comportamientos delictivos quedan impunes, ya por incapacidad policiaca o por falta de denuncias de los ofendidos. Pero lo cierto es que generan violencia extrema y permanente.

Medios tradicionales de comunicación colaboran generando la llamada "estupidez humana" cuando mediatizan la inteligencia de su auditorio; utilizan hasta la muerte de un artista para buscar atraer público; Tal pareciera que lo que se quiere es destruir este mundo; como ya ha sucedido, siempre con alto costo de vidas, simplemente porque la prudencia, la moderación, las virtudes éticas y el respeto a la dignidad humana han desaparecido.

Indispensable es promover como principio fundamental que toda la humanidad es valiosa en sí; que es el fin de toda procedencia; que cada uno de nosotros es único; busquemos cultivar el bien social, apoyar y cuidar grupos y personas vulnerables; basémonos en la templanza y aceptemos que, "Dadas las mismas condiciones, la explicación que suele resultar correcta es la más sencilla", y esta es, justo, la empatía.

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