DICHOS DE SOR JUANA
SÓLO DE OCASIONAR SOMBRAS
LES SIRVE LO ILUMINADO
La luz hace que sea visible lo que permanece en la oscuridad. Al hacerlo, aquello que la iluminación torna perceptible puede ser bueno, o no serlo. La luz no discrimina con su presencia en lo oscuro, se puede decir que es objetiva, no juzga; se concreta a actuar. Así que, sea conveniente o inconveniente lo que permite apreciar, el agente iluminador sólo actúa. Como se dijo, lo hace sin prejuicios. Los versos que constituyen el adagio de Sor Juana arriba transcrito se refieren a que cuando aparece la luz brotan los defectos, habla de los defectos de su obra y la iluminación que menciona es el honroso reconocimiento que le hacen escritores europeos. En su modestia, a ella le parece que tal honor dirige la atención hacia sus letras y de esa manera provoca que se le noten las imperfecciones.
Ciertamente, si se elogia algo, se llama la atención sobre ello. De ese modo se expone a ser considerado con más cuidado y por tanto resaltan sus características ante la agudeza escrutadora. Habrá quien encuentre que todos los constituyentes de ese algo son valiosos pero habrá quien encuentre algunos o muchos que a su parecer no tienen mérito. Como dice la Décima Musa en otro romance: "Todo el mundo es opiniones / de pareceres tan varios / que lo que el uno que es negro / el otro prueba que es blanco".
Los versos de este comentario pertenecen a la siguiente cuarteta en la que se refiere a los rayos del sol: "y admitiendo solamente / el superficial contacto / sólo de ocasionar sombras / les sirve lo iluminado". Y en la siguiente estrofa dice: "Bien así, a la luz de vuestros / panegíricos gallardos / de mis oscuros borrones / quedan los disformes rasgos". Pero lo que interesaba es que Sor Juana dice: "sólo de ocasionar sombras / les sirve lo iluminado".