DICHOS DE SOR JUANA
LAS COSAS SE VEN MEJOR
POR SUS CONTRARIOS
EXTREMOS
En la máxima de Sor Juana transcrita arriba se encuentra corriendo como río subterráneo el río de la dialéctica, es decir, la consideración, o mejor, la participación de los opuestos. Es un gozo leer cómo usa la Décima Musa el juego de las oposiciones en cada tramo de su obra y con cuanta frecuencia defiende el método -su herramienta- de la contradicción. No debe extrañar su afición a las contraposiciones porque es un recurso muy frecuente en la literatura española y a ella se le acusa de ser gongorina, seguidora del máximo escritor barroco, Luis de Góngora. Sin embargo ella, como estudiosa, conocía al primer dialéctico que es Heráclito ("Lo contrario, conveniente", sentencia el griego), lo menciona varias veces; también a Platón, quien desarrolla la dialéctica socrática en los Diálogos; y no se diga La Celestina, en cuyo prólogo Fernando de Rojas defiende apasionadamente la contradicción al elogiar la guerra entre opuestos. Heráclito escribió: "La guerra es la madre de todo, la reina de todo […]", y Fernando de Rojas: "Todas las cosas son criadas a manera de contienda o batalla dice aquel gran sabio Heráclito." No es de extrañar que Sor Juana haya escrito una Segunda Celestina.
En el mismo romance de donde procede la máxima que da pie a este comentario se encuentra una cuarteta de total filiación dialéctica que hasta se puede descomponer en dos: "La oposición, nadie ignora / cuánto refuerza los bríos, / y que un contrario se alienta / a vista de su enemigo". La Décima Musa articula su obra con pasión dialéctica y constantemente defiende el uso del método de la contraposición. De ese modo no puede parecer extraordinario lo que Sor Juana dice: "Las cosas se ven mejor / por sus contrarios extremos".