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Economía y crisis climática

A la ciudadanía

MANUEL VALENCIA CASTRO

Desde hace rato, la papa caliente del cambio climático, se encuentra en el campo de la economía. ¿Acaso alguien no sabe todavía que nuestro planeta se está calentado? Que la causa principal es la emisión de gases de efecto de invernadero, como el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso. Que todos estos gases son producidos por nuestros autos, camiones de transporte público, industrias, producción de energía, agricultura y ganadería. Que la situación llegó ya a un estado de emergencia climática debido al efecto del aumento de temperatura en los polos, en los glaciares, en los suelos congelados del norte, que amenaza con liberar semejantes bombas de carbono y metano. Que de ocurrir esto, el peor de los escenarios catastróficos climáticos ocurriría, y que esto nos va molestar, nos va a molestar mucho a todos.

Si, la ciencia ha hecho su trabajo y lo sigue haciendo, el conocimiento que ha producido las evidencias del calentamiento global, no sólo se han publicado en miles de artículos científicos, también se ha difundido multitudinariamente en revistas y periódicos que llegan a todo el mundo. Se pasó ya la etapa en la que el problema era un problema puramente científico, y la lucha se lleva cabo ahora mismo en el terreno de la economía.

No puedo dejar pasar la oportunidad de citar algunos de los pasajes del discurso apasionado, emotivo y poderoso, que Greta Thunberg , la niña líder ambientalista, trató en la 74º Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York: "La gente está sufriendo, la gente está muriendo, y nuestros ecosistemas están colapsando. Estamos al comienzo de una extinción masiva y ustedes solo hablan de dinero y de cuentos de hadas de crecimiento económico ¡cómo se atreven! Hoy no habrá ninguna solución o plan que responda a estas estadísticas (sobre el cambio climático) porque estos números son muy incomodos y ustedes no son lo suficientemente maduros para decir las cosas como son…" "los ojos de todas las futuras generaciones están en ustedes y si ustedes eligen fallarnos nunca se los vamos a perdonar. No dejaremos que se salgan con la suya, aquí y ahora es donde marcamos el límite…"

Empecé a leer sobre desarrollo sostenible hace más de 20 años y sobre ecodesarrollo aun más atrás, y nunca pensé que llegaría al momento en que un integrante de las generaciones futuras nos llamaría la atención de tal forma, directa y sin complejidades, por no ser capaces de "satisfacer las necesidades de nuestra generación sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades." Simple y llanamente no lo hemos hecho.

A su manera y sin complicaciones, Greta señala el aspecto económico como la principal causa de la crisis climática. No se puede soslayar lo que muchos críticos han dicho en relación a esto: que la economía desterró la vida y la naturaleza del campo de la producción, minando las condiciones de sustentabilidad ecológica del desarrollo.

Subyace, tanto en los discursos de Greta como en las movilizaciones a las que ha convocado, incluyendo intelectuales que plantean la necesidad de una economía ecológica, que la verdadera emergencia es que los gobiernos y las corporaciones asuman su responsabilidad y se comprometan con un enfoque sustentable.

Algunos argumentos que provienen del mismo paradigma de la economía neoclásica, que pretenden influir sobre los gobiernos y corporaciones, señala que será más costoso para los industriales, y en consecuencia para los mismos Estados, no hacer nada que hacer algo. La inversión que hace falta en este momento para evitar lo peor es modesta comparada con los gastos colosales que tendrían que hacerse en el futuro si la situación continúa evolucionando en la misma dirección. Este argumento fue enunciado por primera vez en octubre del 2006 por Nicholas Stern, antiguo director economista en el Banco Mundial. Stern calculó el costo del cambio climático en una suma gigantesca de 550 000 millones de euros.

Para otros economistas esto no es la solución, de hecho no ha prosperado, y proponen transformar desde sus bases el paradigma insustentable de la economía. Este reto no ha sido enfrentado y tiene mucha resistencia, pero quizás sea la alternativa más viable si se considera otras economías que pretenden la sustentabilidad productiva: la economía ecológica, la economía verde, la economía ambiental, la economía azul, entre muchos otros paradigmas.

Se tendría que intentar ¿no es cierto?

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