Pese a la señalética que prohibe el estacionamiento en los alrededores de la Plaza Mayor y la existencia de "Rayas Amarillas", agentes viales permiten que los conductores dejen ahí sus vehículos. Pero luego los infraccionan.
Y como no se han definido los criterios de tolerancia dada la gran cantidad de ciudadanos que acuden a la Presidencia Municipal a realizar trámites, "un día multan y otro no, depende de cómo anden de ánimo los jefes", señalan los uniformados.
Esta ambigüedad en la aplicación de la Ley, le significa a los ciudadanos mutas de 180 pesos por estacionarse cuando " les toca" que realicen operativos.
Los agentes tranquilamente les quitan las placas, o se las desatornillan o las arrancan del recuadro de plástico, como sea, lo importante es multar y cumplir con las instrucciones.
En ocasiones en una pasada, los agentes viales les quitan las placas hasta a 20 vehículos, tan sólo dando la vuelta a la Plaza Mayor.
De nada sirven los argumentos de los conductores o que aleguen que fueron a realizar un pago a la Presidencia Municipal.
"Son órdenes de los Jefes", indican los agentes para quitarse de encima a los molestos ciudadanos que mejor ya ni protestan.
Y cuando van al área de Garantías Municipales a pagar la multa, preguntan la causa de la misma y argumentan que siempre se estacionan ahí y de repente les quitan las placas.
La respuesta de las empleadas municipales es la misma: "a nosotros sólo nos toca cobrar. Vaya a Tránsito sino está de acuerdo en pagar".
A pesar de la señalética que hay, que prohíbe el estacionamiento, los ciudadanos hacen caso omiso.