Derechohabientes del IMSS tienen que esperar más de cuatro horas formando parte de las filas que parecen interminables en la Farmacia del Hospital General de Zona Número 16 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Torreón, Coahuila. Ayer martes se hizo un zafarrancho pasadas las 10 de la mañana, justamente porque la gente exige a gritos, ya desesperada, su derecho de ser atendida con respeto por el personal que ahí labora, recibir su medicamento de forma oportuna y en condiciones mucho más dignas.
Durante los últimos días múltiples quejas se han hecho llegar a esta casa editora debido a que hay personas con problemas de movilidad, de la tercera edad, en sillas de ruedas, andadores o personas que son sometidas a procedimientos como diálisis que permanecen horas formados para luego descubrir que no cuentan con el medicamento, recibir malos tratos por parte del personal que surte la receta, cumplir con un sinfín de requisitos burocráticos y ser tratados como si de un favor se tratara cuando a todos se les descuenta de su salario el pago de un servicio cada vez más deficiente.
El Siglo de Torreón acudió pasadas las 11:00 de la mañana a cubrir las quejas de estos ciudadanos que hacían una fila que ocupaba todo el interior y daba vuelta ahí mismo y todavía seguía al exterior ocupando la angosta banqueta del IMSS, llegando hasta el barandal rumbo al acceso principal del hospital.
La gente estaba desesperada y el guardia, al detectar la presencia de nuestra cámara, de inmediato trató de impedir que se tomaran fotos y videos de las pésimas condiciones a las que someten a los derechohabientes. No hay asientos ni para la tercera parte de los que acuden a surtir receta, el lugar luce abarrotado y claustrofóbico, además de que no funciona el aire acondicionado, pero sí del otro lado del vidrio, donde está el personal que atiende la farmacia y donde algunos de los empleados atienden con indolencia a los enfermos que acuden.
Después de todo lo anterior y esperar horas, ya sea bajo el sol o en el interior abarrotado de la farmacia, al llegar a la ventanilla descubren en muchos casos que no hay suficiente medicamento o que se necesita contrarreferencia (llenar un formato y contar con una hoja de transferencia) para obtener incluso un paracetamol.
Luis Montoya, quien se identificó como responsable sanitario del IMSS aseguró: "No puedes entrevistar aquí porque es propiedad federal".
Lo anterior pese a que se trata de un edificio público cuyos derechohabientes solicitaron expresamente la atención de la opinión pública y de medios de comunicación derivado justamente de la falta de respuesta oportuna y servicios de calidad en la clínica 16 del IMSS.
MUCHAS QUEJAS
La señora Julieta, quien es hipertensa, también estuvo formada desde las 7 de la mañana, tuvo que retirarse a las 11:30 por una emergencia familiar, así es que se quedó sin poder surtir su medicamento debido a las largas filas y después de cuatro horas, pues aunque la farmacia, se supone, debe abrir a las 8 de la mañana, hay gente formada desde las 5 o 6 de la mañana esperando a que abran.
La señora Guadalupe permaneció también formada 5 horas junto con su madre, a quien desde hace 10 años le practican la hemodiálisis.
"Ella padece de la presión y la hemodializan, ya perdió la vista y aquí siempre es lo mismo con la fila y no atienden bien; y ellos, los de la farmacia, a todo dar con el aire acondicionado, las filas han llegado hasta la entrada principal por donde llegan todos los taxis. Llegamos a las 7 de la mañana y salimos a las 12; toda la mañana para cuatro medicamentos que nos dieron. Estábamos paradas, no le dan asiento a la gente discapacitada, les vale. Los de la farmacia estaban muy sangrones, nos piden credencial y contrarreferencia para darnos hasta paracetamol, no es justo. Tanto que piden y de todos modos ellos son los que se roban el medicamento, ¿para qué se hacen?", dijo Guadalupe, cuya madre estaba visiblemente agotada.
Otra mujer, quien no quiso dar su nombre por miedo a represalias, y quien padece problemas en las rodillas, también informó ahí mismo que no hay el medicamento indicado para atender su padecimiento.
CORRUPCIÓN
Fue este año que se dio a conocer que se detectaron 60 mil recetas falsas en esta clínica 16 del IMSS en Torreón, y el entonces director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Germán Martínez Cázares, en una entrevista concedida en exclusiva a través de Martín Chávez para El Siglo de Torreón, estimó que el daño económico provocado a esta institución con la falsificación de recetas médicas solamente en la Clínica No. 16 de Torreón era de 300 millones de pesos. El propio director, en ese entonces, dijo que el remedio para evitar este tipo de afectaciones al IMSS era instaurar la receta electrónica para que ya no fuera de papel, y de esta manera se podría mantener un control absoluto en almacén, en farmacia y con los doctores.
Al ver nuestra lente que intentaba captar la gran cantidad de gente quejándose por las filas personal de seguridad trató de impedirlo. (EL SIGLO DE TORREÓN)